Novak Djokovic intentará olvidarse por unos días de la sombra del español Rafael Nadal cuando lidere a un equipo serbio que buscará ante Canadá una nueva final de la Copa Davis de tenis.
El número uno del mundo llegará a Belgrado con poco descanso tras caer el lunes por la noche en la final del Abierto de Estados Unidos ante Nadal y en cuestión de horas deberá adaptarse a la arcilla «indoor» que su equipo preparó para frenar a los canadienses.
El retorno de Djokovic desde Nueva York se demoró un día más de lo previsto debido a un evento para recaudar fondos que realizó con su fundación de caridad el martes en la ciudad estadounidense.
Pese a la poca adaptación, el capitán Bogdan Obradovic esperará hasta último momento a su estrella, que comandará a un equipo integrado además por Janko Tipsarevic, Nenad Zimonjic y Dusan Lajovic.
El conjunto serbio, que aspira a conquistar su segundo trofeo tras el título obtenido en 2010, no tendrá en sus filas a Victor Troicki, que está cumpliendo una sanción por negarse a realizar un control antidoping sanguíneo.
Canadá, que está por primera vez en una semifinal de la Copa Davis, alistará a Milos Raonic, Vasek Pospisil, Frank Dancevic y Daniel Nestor.
Pese al cansancio y al golpe que significó una nueva derrota ante Nadal, Djokovic aseguró que tiene la motivación intacta jugar la Copa Davis.
«Ser parte del equipo de Copa Davis es definitivamente algo especial, que también me ha dado mucha confianza a lo largo de mi carrera. Amo jugar la Copa Davis, pese a que me he lesionado varias veces», comentó Djokovic, que posiblemente pierda el número uno del mundo a manos de Nadal antes de fin de año.
«La Copa Davis te quita algo de energía, porque mental, física y emocionalmente estás muy involucrado. Pero por el otro lado, también te brinda energía, porque es la única competencia oficial por equipos que tenemos en nuestro deporte», analizó.
El equipo canadiense no se sentirá completamente visitante en Belgrado, ya que el doblista Nestor nació en Belgrado, Raonic es oriundo de la cercana Montenegro y también Dancevic tiene raíces en la región.
«Somos lo suficientemente buenos como para tener nuestras oportunidades», analizó Raonic, la gran promesa del tenis canadiense.
«Siento que estoy jugando muy bien, aunque obviamente tendré que trabajar para adaptarme a la arcilla», comentó el número 11 del ranking, de quien dependerán en gran medida las posibilidades de Canadá de dar el golpe en Belgrado
Fuente: Meridiano