Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge en Reino Unido ha desarrollado un tipo de vidrio especialmente adecuado para fabricar ventanas inteligentes para los edificios o los automóviles, entre otras aplicaciones.
El material tiene la capacidad de pasar de ser transparente a opaco con facilidad utilizando un nivel muy bajo de energía. Se puede conmutar entre un estado y otro 27 millones de veces y es posible mantenerlo en cualquiera de ellos el tiempo que se desee.
«Además de hacer que pase de transparente a opaco, también podemos definir diferentes niveles de opacidad», explica el profesor Daping Chu, uno de los miembros del equipo. «Así, por ejemplo, se pueden tener ventanas inteligentes en un edificio de oficinas que se vayan poniendo más o menos opacas de manera automática, dependiendo de la cantidad de luz solar que se quiera en el interior».
El componente principal del vidrio inteligente es un tipo de cristal líquido conocido como esméctica A, que es diferente a otros cristales líquidos. En los cristales esmécticos, a diferencia de los convencionales, las moléculas están dispuestas en capas apiladas que limitan el movimiento de aditivos iónicos.
Cuando se aplica un voltaje, las moléculas tratan de alinearse con el campo eléctrico, de forma que el material en el que están incrustadas (vidrio o plástico) se pondrá transparente. Al cambiar lentamente la dirección de la tensión, los aditivos iónicos interrumpen la estructura de capas de los cristales líquidos esmécticos, haciendo que el vidrio o el panel de plástico se muestren opacos. Estas transiciones ocurren en una facción de segundo.
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