En entrevista con Confirmado.com , el sociólogo Marcos Hernández, director de la encuesta Hercon, expresa que en la nueva etapa de la negociación en México el gobierno no dará concesiones porque sabe que es vulnerable en una batalla electoral
Sofía Nederr
Tras un año de suspenso, y de negociaciones entre la administración de Nicolás Maduro y Estados Unidos, las delegaciones del gobierno y de la Plataforma Unitaria volvieron a la Mesa de Diálogo en México, donde suscribieron un acuerdo social a través del cual se descongelan $3.000 millones retenidos en cuentas extranjeras para financiar proyectos sociales y sanitarios con intermediación de organismos multilaterales.
Este primer paso, concretado el 26 de noviembre, tras la reanudación de la negociación con la mediación del Reino de Noruega, ha sido duramente cuestionado por diversos sectores, entre ellos dirigentes políticos que señalan a la oposición de haber fraguado un pacto con el gobierno a espaldas del pueblo y de omitir en la mesa demandas urgentes como la liberación de los presos políticos y el respeto a los derechos humanos. En el camino también está el esquivo objetivo de lograr elecciones libres.
Sin embargo, aún se aguardan por los próximos pasos dentro del diálogo y la agenda de los temas y condiciones a discutir. Para conocer el entorno y los escenarios que pueden surgir en el terreno de la negociación, Confirmado entrevistó al sociólogo Marcos Hernández, director de la encuestadora Hercon.
– ¿La forma como reinició el diálogo concede ventaja al gobierno?
-Si saca ventaja, logró darle un viraje incluso ponerle nombre como un diálogo social, la crisis convoca primero lo político, económico y luego lo social. Sin embargo, el gobierno impuso la dinámica de la discusión de la agenda. Esta estrategia no solo le da tiempo a lo político- electoral sino logra en una primera parte “suavizar” las sanciones y lograr incluso recursos para resolver situaciones que emergieron de derivaciones de la misma crisis política, ejemplo la presión al gobierno con algunos bloqueos económicos. Para el análisis debemos tener un conocimiento previo como fueron las elecciones presidenciales del año 2018, consideradas por la oposición política venezolana como un fraude.
En síntesis, el primer punto de la agenda lo impuso el gobierno, fue su primer logro. No se puede negar la crisis social como prioridad este tema pudo ser intrínseco en las negociaciones. Pero el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición arrancaron firmando un primer acuerdo que prevé la creación de un fondo, que será manejado por Naciones Unidas, para atender la compleja crisis social que transita Venezuela en el marco de la reactivación del diálogo.
– En esta fase de la negociación, ¿qué tanto margen de maniobra tiene la delegación opositora?
– La delegación opositora tiene muy poco espacio de maniobra porque las sanciones no cumplieron el efecto que buscaban, no se logró el objetivo, mientras que el gobierno logró sobrevivir. Se mantuvo y mantiene el poder, incluso gobernando siempre en minoría. Lo cierto es que hay unas presiones exógenas que hacen sentarse a ambas partes, pero la oposición tiene muy pocas a exigir y el gobierno impuso, prácticamente, los primeros puntos de la discusión porque está buscando tiempo para dar con los escenarios ideales que más le convengan a la sobrevivencia de la revolución.
-El acuerdo social es presentado como la oportunidad de atender al pueblo, ¿pero hay garantías de que sea así?
-La garantía es la Organización de las Naciones Unidas (ONU. En un primer momento pareciera tener toda una lógica en tener confianza que el fondo social que se financiará con recursos congelados del Estado venezolano en el sistema financiero internacional lleguen a sus destinos y no se desvíen por intereses de ambas partes, son tiempos de elecciones presidenciales y la cultura en América Latina es el populismo para ganar eventos electorales.
Los venezolanos tienen que tener fe y estar activos para que los fondos que se liberarán de manera progresiva para apoyar programas de salud, alimentación y educación para los sectores pobres, que han sido muy golpeados por la crisis causada por las crisis política y económica, logren su misión es mejorar el deteriorado sistema eléctrico público, y atender a las familias afectadas por las fuertes lluvias ocurridas durante los últimos meses del año. La garantía estará compuesta por de la ONU y representantes tanto del gobierno de Maduro como de la Plataforma Unitaria.
– ¿Han medido la percepción que tienen los venezolanos sobre el retorno al diálogo?
-En un flash telefónico de 1000 muestras, y todos los estratos, sociales pudimos recoger informaciones sobre el diálogo realizarse en México, ya efectuado. La gente en un 60,5% opina en positivo sobre el diálogo ente el gobierno y la Plataformas Unitaria. Los entrevistados responden en mayoría que si los recursos son invertidos en el área social y supervisados por la ONU es un inicio para resolver una situación causada por el gobierno y la misma oposición que buscó en su momento histórico las sanciones como mecanismos para presionar la salida de Maduro del poder. Esto fue una estrategia fallida, con el tiempo esta situación configuró una pobreza extrema en Venezuela que ronda el 90% según nuestros estudios.
-Desde la AN de 2015 aseguran que seguirán luchando por lograr acuerdos para las elecciones libres y atención a la emergencia humanitaria compleja. ¿Qué tan factible es alcanzar estos aspectos considerando la posición del gobierno?
-Estos temas son nudos críticos para el gobierno y lo que se debió discutir en un primer momento como lo político electoral se dejó para otro momento y sin presiones. Ahora bien, esta pregunta es la más compleja, tocar el tema de las elecciones libres y transparentes es como asegurar la salida democrática de Maduro del poder, es desplazar a la revolución en el año 2024. El gobierno se moverá en función de mantener la joya de la corona y no cederá o dará concesiones porque sabe que está débil y es vulnerable en una batalla electoral.
La intención de voto de Maduro según nuestra última investigación del mes de noviembre, 24,3%, este se puede primero analizar e interpretar que el proyecto del socialismo del siglo XXI ni cuenta con un capital político que asegure su reelección.
No obstante, la oposición o plataforma unitaria debe estar convencida que dialoga con un gobierno que cree en lo perpetuo y todas las estrategias y tácticas debe apuntar sobre la base de buscar un escenario donde el voto tenga garantía y la presencia de observadores internacionales para asegurar la transparencia del proceso electoral ante el mundo. Pero, después de levantarse de la mesa, la Plataforma Unitaria tiene una tarea que debe deslizarse en busca de la unidad para ganar. Lo demás demandas de emergencia son significativas, puedes entrar de manera intrínseca en sus soluciones. La crisis política es la prioridad lograr elecciones así comenzar reinstitucionalización del país.
-El gobierno ha asomado la posibilidad de un adelanto de elecciones, que ya ocurrió en 2018. ¿Este es un aspecto que pudiera negociarse en la mesa?
– Ese es un escenario. Está el escenario en el que la oposición está dividida, para eso no hace falta hacer estudios científicos ni mucho menos, es una oposición dispersa, vulnerable, y el gobierno lo sabe. Esta fórmula del adelanto de elecciones, le funcionó al gobierno en 2018. Un adelanto de elecciones en este momento significaría aprovechar toda esa dispersión, las contradicciones y aprovechar a una oposición que no tiene un candidato fuerte, pero también el gobierno está consciente de que con una intención de voto de 24% como la que tiene Maduro, según nuestros estudios, no es una reelección segura.
Pero también trabaja el gobierno en otros escenarios como el poder popular y el Estado comunal donde le dan más fuerza a la revolución en los gobiernos intermedios. Por eso es que los primeros puntos de la negociación no son los electorales y que la realización de elecciones libres no le favorece. Mientras tanto, la oposición trabaja en sus elecciones primarias.
Confirmado.com.ve