Los diputados a la Asamblea Nacional Eduardo Labrador, José Vielma y Zenaida Fernández condenaron que el gobierno de Nicolás Maduro acapare las vacunas contra el COVID-19 para usarlas con criterios políticos.
El diputado Eduardo Labrador, indicó que decidir vacunar a los altos funcionarios, gobernadores, alcaldes, sus diputados y concejales, su dirigencia partidista en diferentes instancias, sus familiares más cercanos, “muestra todo esto de la forma que mejor caracteriza al régimen: crueldad, clientelismo y nepotismo”.
“No hay plan de vacunación masiva para detener el avance de la enfermedad. Prolongar la pandemia es maldad, es crueldad” enfatizó el legislador José Vielma .
Los parlamentarios coinciden que es vergonzosa la actitud de gobernadores y alcaldes, quienes en lugar de defender sus regiones y ciudadanos, se hacen parte del plan ejecutado para desmovilizar a un pueblo cansado y humillado .
“Si al manejo cruel de la pandemia le agregamos el criterio político aplicado a la distribución de combustible, tenemos que concluir que el objetivo es mantener desmovilizada a la población para mermar su espíritu de lucha, doblegarla, y que solo dedique su fuerza a tratar de sobrevivir por el sustento de su familia”, acotó labrador.
La legisladora Zenaida Fernández apuntó que una población extenuada, amedrentada y enferma por la pandemia, sin transporte público eficiente, con hiperinflación y hambre, con servicios públicos totalmente deteriorados, con cuerpos de seguridad corrompidos y dedicados a la caza de ciudadanos y al matraqueo. En una sociedad donde los trabajadores tienen salarios miserables y miles viviendo de la maraña, tiene que mermar su fuerza para la participación política. Este plan es cruel y, lo más probable es que su diseño y monitoreo esté en manos de los gobiernos extranjeros que hoy controlan los hilos del poder en Miraflores y que su ejecución esté en manos de los insensibles cuyo objetivo de vida es atornillarse en el poder para su beneficio personal.
Fernández asegura que, “la población indígena está severamente afectada debido a la ausencia de agua potable en la subregión Guajira. Cómo cumplir con normas de higiene para prevenir si ni siquiera pueden lavarse las manos con regularidad”, sentenció.
Las cifras de casos y muertes por COVID-19 publicadas por el gobierno están maquilladas, son mucho más altas.
“La orden de los médicos de la red de salud pública es no colocar en el certificado que fallecen por COVID-19 sino otras patologías para no engrosar las estadísticas de fallecidos” comentó Labrador.
Igualmente, exigió la aplicación de un plan masivo de vacunación que atienda en primer lugar a la población más vulnerable: médicos, enfermeras, bioanalistas, trabajadores del sector salud en general; población de la tercera edad, maestros y profesores todos los trabajadores del sector educativo, por ejemplo.
“Atizar el fuego del COVID-19 por objetivos viles, es crueldad, al igual que lo es torturar venezolanos detenidos por pensar diferente al régimen”, concluyeron.
CCN por Patricia Villegas
