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Dime cómo son tus besos y te diré cómo te quieren

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Dime cómo son tus besos y te diré cómo te quieren

A veces nos preguntamos por qué resulta tan agradable besar, especialmente a esa persona por la que sentimos algo especial. La sensualidad que producen los besos, la intimidad o el tacto agradable convierten en ese momento en algo inigualable. Pero… ¿podría existir el amor sin besos? «Seguro que nos resulta difícil imaginarlo, pues hay muchas razones por las que los besos son tan necesarios cuando estamos estableciendo una relación íntima. Además de esas primeras ideas que nos vienen a la cabeza al plantearnos la pregunta, los besos informan al cerebro de si nuestra pareja es la persona adecuada para nosotros o no», asegura Mila Cahue, psicóloga especializada en relaciones de pareja y autora de ‘Amor del bueno. Cuando lo encuentres, cuídalo y disfrútalo».

 

 

 

Cuando nos besamos nos perdemos en la sensualidad de un sabor, de un olor o de una textura y nos dejamos llevar por emociones más o menos intensas. Pero nuestro cerebro está procesando «otras cosas» que le van a resultar útiles. Así, según explica Mila Cahue, la piel de los labios es la más fina de nuestro cuerpo y reúne bajo esa superficie la mayor densidad de neuronas sensoriales del organismo. Además, las áreas del cerebro dedicadas a procesar, interpretar y analizar la información que llega desde esas neuronas ocupa una superficie mayor que la de otras partes del cuerpo. Por supuesto, la lengua también está preparada para transmitir gran cantidad de señales nerviosas y químicas.

 

 

 

Los besos sirven también de termómetro de la relación: si nuestra pareja nos besa poco, sin pasión o lo hace de una manera mecánica o con una intensidad violenta o desagradable, el cerebro nos hace dudar si nuestra pareja nos quiere, si la relación es adecuada o hace que nos replanteemos si es la relación que deseamos, según explica la experta.

 

 

 

Sobre este punto, el terapeuta David D. Coleman, que se autodefinie como «especialista en besos», explica que, si quieres saber el grado de vinculación y atracción mutua que existe en una pareja, debes preguntarles si se siguen besando en la boca. «La ausencia de besos no es sólo consecuencia del deterioro de la relación, está también entre las causas del mismo”, añade.

 

 

 

Pero… ¿para qué sirven los besos?

 

 
Existen tres teorías sobre el papel que juegan los besos. Una es que, de alguna manera, ayuda a evaluar la calidad genética de las parejas potenciales. Otra es que se utilizan para aumentar la excitación (o iniciar el sexo), y la última es que son útiles para mantener las relaciones estables….

 

 

 

¿Son las tres teorías sobre el beso posibles y compatibles? Parece que sí. Por un lado, un estudio de la Universidad de Oxford sugiere que esta expresión física del sentimiento ayuda a valorar si un pretendiente es idóneo o no y también puede ser una manera de mantener a nuestro lado una pareja estable.

 

 

 

Para llegar a esta conclusión, el profesor Robin Dunbar y Rafael Wlodarski, estudiante de doctorado en Filosofía; (autores del estudio) llevaron a cabo una investigación en el Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford en la que un total de 900 adultos respondieron a un exhaustivo cuestionario sobre la importancia de besar en las relaciones a corto y a largo plazo.

 

 

 

Las mujeres consideran los besos más importantes en las relaciones que los hombres

 

 
Los resultados del informe, publicados en ‘Archives of Sexual Behavior’ y en ‘Human Nature’, revelaron que las mujeres consideran los besos más importantes en las relaciones que los hombres.

 

 

 

En cuanto a la elección de pareja y el cortejo, revelaron que implica un periodo de ‘estudio’ en el que nos preguntamos si debemos o no profundizar en la relación, según el profesor Dunbar, quien asegura que las evaluaciones se hacen cada vez más íntimas a medida que profundizamos en el noviazgo, momento en el que precisamente entran en juego los besos.

 

 

 

Una de las claves reside en el hecho de que besar ayuda a evaluar de forma inconsciente a los potenciales compañeros a través del gusto o el olfato y que, de alguna manera, da pistas biológicas para la compatibilidad, la aptitud genética o la salud general.

 

 

 

Por otro lado, aunque la excitación puede ser una consecuencia del beso, los investigadores creen que no es un factor determinante que explique por qué nos besamos. De hecho, en las relaciones cortas, los participantes dijeron que los besos eran más importantes antes del sexo, pero no tanto después o en otras ocasiones. Sin embargo, en las relaciones estables, besarse era igual de importante antes del sexo como en otros momentos del día.

 

 

 

 

Los besos frecuentes en una relación, sin necesidad de tener más sexo, se relacionaron con la calidad de la misma en las conclusiones del estudio de la Universidad de Oxford. También el ciclo menstrual influye en la actitud de las mujeres hacia los besos, pues valoran más este gesto cuando se encuentran en el momento más fértil del ciclo.

 

 

 

Besar adelgaza y rejuvenece

 

 
Y aún hay más, pues resulta que besar «adelgaza». Así, tal como explicó recientemente la experta Marisol Guisasola en su blog «Adelgazar sabiendo», el beso, además de actuar como «detector de parejas compatibles» (tal como indican algunos estudios científicos) un buen beso en la boca ayuda a quemar calorías, entre 2 a 6 por minuto. No es mucho, la verdad, pero una velada de besos apasionados puede ayudarte a quemar esa copita de vino que te has tomado con la cena…

 

 

 

30músculos faciales se utilizan al besar

 

 
¿Y también rejuvenece? «Al besar utilizas 30 músculos faciales y ese ejercicio mantiene tus mejillas tersas y entonadas. Para animarte aún más, te interesa saber que un beso intenso aumenta los niveles de oxitocina (hormona que, según nuevos estudios, ayuda a reforzar los lazos de pareja) y dopamina (sustancia química cerebral asociada a la sensación de bienestar) y, también, los de endorfinas, que te ayudan a reducir el estrés y a mejorar tus niveles de bienestar, así como testosterona en el caso de ellos (hormona relacionada con el deseo sexual) «, explica Guisasola.

 

 

 

Guía del buen beso

 

 

 

Escribe Tomima Edmark en “El libro de los besos” (Ed. Summit) que el beso puede ser un fin en sí mismo” y pone condiciones para darlos además de que, claro está, se bese a la persona adecuada, con la que exista química física y mental:

 

 
1. Elegir un lugar propicio: privado mejor que público; tranquilo mejor que ruidoso.

 
2. Escoger el momento oportuno, en el que sólo importe el latir de los corazones.

 
3. Ir despacio y con suavidad.

 
4. Establecer contacto visual con la pareja, porque los ojos proporcionan datos vitales.

 

 
El beso es una de las conductas humanas más importantes, ya se den con la boca, la mirada o la mente, como en el poema de Gabriela Mistral: «Hay besos que pronuncian por sí solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada, hay besos que se dan con la memoria…».

 

 

 

Mujer hoy

Por Confirmado: Oriana Campos

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