Dilma Rousseff relanza su campaña tras la histórica derrota de Brasil ante Alemania

Dilma Rousseff relanza su campaña tras la histórica derrota de Brasil ante Alemania

En Brasil y el mundo, sigue resonando el fuerte impacto por la histórica derrota de la Verdeamarelha ante Alemania por 1-7 en una de las semifinales de la Copa del Mundo. Apenas un día después de la gesta alemana, el gobierno de Dilma Rousseff también entró en estado de alerta. Por eso, la jefa de Estado, que busca relanzar su campaña presidencial, rápidamente llamó a los brasileños a «levantarse» y «no dejarse quebrar».

 

Según el diario Folha de Sao Paulo, la mandataria teme que el descontento general incida negativamente en la economía y que, a su vez, pueda afectar su campaña electoral de cara a los comicios de octubre.

 

Hasta este martes, Dilma venía sorteando una Copa sin sobresaltos fuera del campo de juego, luego de varias semanas de masivas protestas sociales antes del evento deportivo. Ante la desconfianza y las críticas por la organización del Mundial, que estuvo en el ojo de la tormenta, la jefa de Estado atacó a los «pesimistas».

 

La primera reacción pública de la presidente de Brasil después de la derrota fue a través de su cuenta de Twitter, donde publicó: «Como todos los brasileños, estoy muy muy triste por la derrota».

 

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«No vamos a dejar quebrarnos. Brasil levántate y sacude el polvo», agregó a través de la red social.

 

Según analistas, esta profunda depresión futbolística que sufrió la Verdeamarelha no necesariamente afectará las aspiraciones de reelección de Dilma.

 

«El fútbol es muy importante para Brasil y una derrota de esa magnitud sólo puede afectar profundamente el espíritu de la nación», apuntó Luiz Antonio Machado, profesor de Sociología de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ), a la agencia AFP.

 

Aunque en Brasil el fútbol es religión, los analistas coinciden en que el principal factor que tendrán en cuenta los brasileños a la hora de elegir a su próximo presidente será «el bolsillo».

 

«Creo que el mayor riesgo para Rousseff en esta elección sigue siendo la economía, y no la Copa del Mundo», consideró Joao Augusto de Castro Neves, director para Latinoamérica de Eurasia Group, quien agregó que «el impacto de la Copa en la elección es reducido».

 

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La economía brasileña crecerá apenas un 1% este año, el cuarto consecutivo de un magro crecimiento, según estimaciones del mercado recogidas por el Banco Central de Brasil.

 

Y la inflación es elevada: 6,52% en 12 meses hasta junio, superior al techo de la meta oficial de 6,5 por ciento. Irónicamente, fue la Copa la que empujó el índice al alza, debido al mayor precio de pasajes aéreos y hoteles.

 

«Lo que existe es un cierto grado de incomodidad con la situación actual del país: baja tasa de crecimiento, casos de corrupción de alto nivel, cosas que son desfavorables para el Gobierno», sostuvo Machado.

 

«Las protestas fueron más radicales después de junio del año pasado, pero decrecieron. Sin embargo, el descontento sigue. Las protestas pueden volver, pero no por la derrota. Los intentos de politizar la Copa no resultaron», añadió.

 

De cara a las elecciones de octubre

 

Tanto en el partido inaugural del 12 de junio como en el histórico partido de este martes ante Alemania, muchos hinchas insultaron a la presidente.

 

Los insultos revivieron las quejas ciudadanas por los 11.000 millones de dólares de las arcas públicas gastados en la organización de la Copa, en vez de en salud o educación, una de las principales quejas de las manifestaciones que sacudieron el país en el último año.

 

Persiste el temor de nuevos abucheos contra la gobernante el día de la clausura, el próximo domingo, cuando entregue la Copa al vencedor. Y también de nuevas protestas, más masivas, luego de semanas de relativa calma. Una manifestación ha sido convocada en las redes sociales cerca del estadio Maracaná de Río durante la final.

 

La terrinble derrota «puede volver a engrosar las críticas, cambiar el humor. Habrá gente que volverá a preguntarse si valió la pena invertir todos esos recursos en una Copa cuando no tenía un equipo fuerte, un equipo que acabó siendo humillado», declaró Humberto Dantas, profesor del Instituto de Investigación y Educación (Insper).

 

Pero Dantas considera difícil que vuelvan protestas como las de 2013. «Muchos eran estudiantes, y estamos en vacaciones escolares. La violencia de la policía, como también de muchos manifestantes, ahuyentó a muchos», dijo.

 

Tanto el Gobierno como varios analistas creen que el resultado de las elecciones de octubre no estará ligado a la humillante derrota de la Seleçao.

 

«La Copa es la Copa. En agosto el clima será otro. Ahora es el momento del sufrimiento, pero en agosto se dará vuelta a la página. Como gobierno debemos dejar claro que la infraestructura (para el Mundial) funcionó perfectamente. Las elecciones son otro capítulo», sostuvo el ministro jefe de la Presidencia, Gilberto Carvalho, según el diario O Estado de Sao Paulo.

 

 

 

Infobae

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