Ariel Castro fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por ser responsable del secuestro de Amanda Berry, Georgina DeJesús y Michelle Knight, desaparecidas durante una década y rescatadas con vida de la casa donde estaban secuestradas en Cleveland, Ohio, gracias a los gritos de una de ellas y la ayuda de un vecino.
En una declaración ante el tribunal, Castro negó aprovecharse de sus víctimas y justificó sus acciones comparándolas con una adicción. «Yo no soy un monstruo. Soy una persona normal. Estoy enfermo como un alcohólico».
Dijo que la casa no era la casa de los horrores descritos por las mujeres, sin embargo en el juicio se mostró que las mujeres llevaban diarios detallados de los abusos durante su cautiverio. «Hubo mucha armonía en esa casa … La mayoría de las relaciones sexuales que pasaba en la casa fue consensual».
A continuación las fotos del hogar en el que tenían a las mujeres en cautiverio, publicadas por Daily Beast.El exterior de la casa de Castro, en el lado oeste de Seymour Avenue Cleveland. En su sentencia el jueves, Castro se vio obligado a ceder los derechos de la propiedad a la ciudad de Cleveland.
Fuente: GV