No crea que es usted un experto en amor. Un nuevo libro llamado ‘Love 2.0’ nos deja diez nuevas lecciones sobre cómo sentimos el amor de pareja y cómo llegamos a ese punto. Por ejemplo, según su autora, Bárbara Fredrickson, hacer contacto visual, esa primera mirada mutual es mucho más importante de lo que creemos. Es el principio del fin.
Estas son las 10 lecciones sobre las que habla la Ciencia del Amor, según ‘Love 2.0’, de Bárbara Fredrickson.
1. El amor es un micro momento
La visión del amor que emerge de los últimos estudios científicos supone un cambio esencial en la manera en la que lo hemos considerado hasta el momento, y exige que consideremos este sentimiento con una mirada más fresca y flexible. Según la autora, hay que considerar el amor de pareja desde la perspectiva de nuestro cuerpo: el amor no es romance, no es deseo sexual, ni siquiera es el vínculo especial que te une a tu familia. Y, probablemente lo más difícil de asimilar es que no estamos ante un sentimiento duradero e incondicional. El cambio que nos piden los científicos es el siguiente: “Experimentemos el amor como lo hace nuestro cuerpo, como un micro momento de conexión que compartimos con otro».
2. El amor no es exclusivo
Se refiere a la emoción del amor que, según su teoría puede experimentarse con tu alma gemela y con un extraño. Todo depende de que exista ese momento de micro conexión con el otro, que dependerá probablemente de factores químicos que no controlamos demasiado. “Siempre que te sientas seguro y puedas crear ese momento, las condiciones para experimentar el amor están servidas», aseguran.
3. No pertenece a una persona
Tendemos a pensar que las emociones son eventos privados, confinados al cerebro y a la piel de una persona. Sin embargo, esta nueva visión del amor desafía esa lógica. Según la autora de ‘Love 2.0’ las evidencias demuestran que cuando realmente haces click con alguien una sincronía emerge entre tú y esa otra persona, una sincronía que es bioquímica pero también gestual. Es como estar delante de un espejo que te devuelve tus movimientos. Los científicos lo llaman “resonancia positiva”. El amor es para ellos una ola biológica de buenos sentimientos e interés mutuo que puede contagiar a más de una persona a la vez. En otras palabras, que el amor es contagioso.
4. Mirarse a los ojos es el pistoletazo de salida
El cuerpo está entrenado en la habilidad de captar las emociones que transmiten los que están a tu alrededor para, de esa forma, hacer tus pronósticos amorosos, a partir de los micro momentos de resonancia positiva de los que hablábamos antes. La única manera de sacar partido a esa habilidad natural es mirar a los ojos al otro. El contacto visual es lo que abre la puerta para la sincronía de las neuronas.
5. El amor fortalece la conexión entre el cerebro y la salud del corazón
Décadas de investigación han demostrado que la gente que está socialmente mejor conectada tiene una vida más larga y saludable. El equipo de investigación que está detrás de este libro descubrió que cuando la gente intentaba aprender cómo crear esos micro momentos de amor se mejoraba la función del nervio vago, clave para conectar el cerebro y el corazón. Esto demuestra que estos pequeños momentos de amor sirven como nutrientes para la salud.
6. El sistema inmunológico refleja tu pasado amoroso
Mucho se ha dicho que nuestra calidad y esperanza de vida están escritas en el ADN. Al parecer los genes se expresan de una manera concreta cuando te sientes crónicamente sola y de otra muy diferente (y más saludable) cuando te sientes socialmente acompañada. Ahora se está investigando el efecto del amor en las células, examinando a las personas mientras están en medio de un micro momentos de amor.
7. Los pequeñas emociones pueden tener grandes efectos biológicos
Podría sorprender que una emoción tan corta como la que se describe en un micro momento de amor pueda tener a largo plazo en la salud y la longevidad. Pero según estos estudios hay un espiral entre la conexión social y el bienestar físico. Es decir, los micro momentos de amor no solo te harán más saludable, sino que sentirte más saludable mejorará tu capacidad para amar.
8. No des por seguro el amor de una relación larga o un matrimonio
La autora cuenta que escribir este libro cambió profundamente su manera de entender el amor en su vida privada. “Yo solía considerar el amor como una constante, como una fuerza regular que definía mi matrimonio. Y es así mientras esa fuerza constante exista. Pero lo que he aprendido es que ese vínculo es un producto de los micro momentos de resonancia positiva que hemos vivido juntos y que hemos compartido durante años. Esto me hizo salir de la zona de autocomplacencia en la que daba el amor de mi mujer como seguro. El amor es algo que debemos recultivar cada día”.
9. Amor y compasión pueden ser uno y el mismo
Si imaginamos el amor como micro momentos de positividad compartidos podemos llegar a creer que el amor requiere siempre un estado de felicidad. Pero nuestros estudios nos muestran que no es así. Estos micro momentos de amor los puede experimentar una persona que sufre y conecta con uno. El amor no requiere que suprimas los malos momentos, solo exige algo de empatía por el otro. La compasión es la forma que el amor toma cuando hay sufrimiento.
10. Abrir tu mente en la manera de ver el amor cambia tu capacidad para vivirlo
Según la tesis de este libro, cuando las personas dedican un minuto cada día a pensar cómo puede conectar mejor con los demás ya eso inicia una cascada de beneficios e su vida personal y social. Quizás porque te hace tomar una actitud proclive a provocar micro momentos de amor en tu vida.
Fuente: MujerHoy
