Un aparato productivo asfixiado por la falta de divisas y una caída en las importaciones se ha visto aún más frenado este año por los días en que ha debido detenerse tanto por decreto, como por precaución.
Por decreto o por cautela, durante los primeros cuatro meses de 2013 hubo un aumento significativo de días en los cuales las empresas sencillamente se vieron imposibilitadas de abrir sus santamarías y operar normalmente.
El duelo extendido de 12 días que se decretó tras la muerte del Presidente Hugo Chávez a comienzos de marzo, aunado a unas nuevas elecciones presidenciales poco más de un mes después, sumó formalmente dos días no laborables a los seis preestablecidos en el calendario de feriados, para un total de ocho.
En la práctica, sin embargo, han sido más las jornadas en las cuales las industrias y los comercios no pudieron trabajar, debido al clima de tensión política y social que caracterizó el primer cuatrimestre, según lo explica Maryolga Girán, vicepresidenta de la comisión Laboral de Conindustria.
Fuente: El Mundo
