El judo o yudo es un arte marcial y deporte de combate de origen japonés, que enseña cómo caer y derribar a sus oponentes. Este 28 de octubre se celebra el Día Mundial del Judo, ¿sabes por qué?
La filosofía del judo se basa en enseñar a sus discípulos y practicantes a saber cómo caer y saber cómo derribar a sus oponentes. Se trata de un sentido metafórico, así es la vida, unas veces caerás, otras veces derribarás, pero siempre tienes que estar alerta y saber cómo levantarte.
Cada 28 de octubre, desde el año 2011, se conmemora el Día Mundial del Judo, en honor creador de este arte marcial Jigoro Kano, quien cumplía años en esa fecha.
El objetivo principal de esta fecha mundial es hermanar a los judokas de todo el mundo, además de dar a conocer esta disciplina y los valores en los que se fundamenta.
Jigoro kano, nacido en el pueblo de Mikage, Japón, en 1860 y fallecido en 1938, es el maestro de artes marciales japonés fundador del judo y única persona en el mundo con el título de sensei (‘maestro’). Kano era de una familia acomodada de altos funcionarios imperiales, pero era un chico de aspecto débil y enfermizo, tercero de cinco hermanos.
A los 18 años, debido a su delgadez decide entrenar jujutsu, pero luego decide introducir algunas reformas, teniendo en cuenta en que tendría una desventaja ante un rival más corpulento. A los 22 años abre su primer dojo, donde enseña su método personal: el judo.
La palabra Judo viene de Ju, que significa flexible o ceder y Do, que quiere decir es el medio o el camino. El lema de Judo es “Sólo a través de la ayuda y de las concesiones mutuas puede un organismo que agrupa a individuos en gran o en pequeño número encontrar su plena armonía y realizar progresos serios”. Su emblema es la flor del cerezo (sakura).
Enfrentamiento entre competidores de judo. (Foto: Daniel Apuy / Grupo El Comercio)
En el caso de los judokas, los valores morales que deben interiorizar son los siguientes:
La cortesía: representa el respeto a los demás, sin importar si en ese momento es un oponente.
El coraje: se trata de hacer lo que es más justo.
La sinceridad: decir lo que se piensa y siente, sin ningún tipo de máscaras.
El honor: ser fiel a tu palabra y compromisos.
La modestia: hablar de uno mismo sin orgullo, pero tampoco de manera lastimera.
El respeto: ser digno de confianza.
Control de sí mismo: desarrolla la inteligencia emocional y el autocontrol.
Amistad: confraternizar con todo el mundo de forma pura.
La lealtad: estar allí para otros y tenderle la mano.
La gratitud: agradecer todo aquello que se recibe de forma correcta.
EC