Un abuso de poder sin fronteras que se perpetúa a través de la violencia y la vulnerabilidad de sus víctimas
Hoy 25 de marzo se celebra el Día Europeo contra la trata de seres humanos. Una lacra que sufren más de 12 millones de personas en todo el mundo, la mayoría de ellas son mujeres y niños.
Un delito sin fronteras en un mundo donde priva la impunidad. A través de la violencia, del abuso de una situación de vulnerabilidad, los traficantes usan a las víctimas como si fueran mercancía. Las explotan para lograr un beneficio de ellas..
Según la ONU, más de 12 millones de personas en todo el mundo son víctimas de la trata. Se enfrentan a atrocidades como la explotación sexual, la mendicidad, los matrimonios forzados y el comercio de órganos.
La mayoría de las víctimas son mujeres y niños. Según el último informe de la UE, la trata con fines de explotación sexual es la más extendida (67% de las víctimas), seguida de la explotación laboral (21%) Más de las tres cuartas partes de las víctimas son mujeres (76%) mientras que el 15% eran menores.
En Europa, unas 140,000 mujeres se encuentran atrapadas en una situación de violencia y degradación por motivos de explotación sexual, y una de cada siete trabajadoras sexuales han sido esclavizadas en la prostitución a consecuencia de la trata de personas.
Pero la trata no solo es un crimen, también es una industria mundial despiadada que sólo en Europa genera más 3 mil millones de dólares al añ0 para quienes se lucran del detrimento de la dignidad y derechos de las víctimas. España que es país de tránsito y destino para la trata con fines de explotación sexual, aumenta el número de víctimas con este fin.
El matrimonio forzoso, una explotación extendida para las mujeres
Pero también crecen los casos de explotación de la mendicidad y los de trata para un matrimonio forzoso.
En este sentido este mismo fin de semana se han conocido casos de familiares que han tratado a sus hijos como mercancía a través de matrimonios forzados. La Policía Nacional han detenido en Córdoba a una pareja que supuestamente pretendía obligar a su hija de 16 años a contraer matrimonio , después de que la menor ya hubiera sido forzada a casarse otras dos veces con anterioridad en Rumanía, su país de origen, la primera con tan solo 12 años.
Y en algunos países la situación es más alarmante tal y como han mostrado unos datos publicados por Plan Internacional sobre las menores de República Dominicana. Según la encuesta ENHOGAR 2014, citada en el estudio, el 12,5 % de las dominicanas de entre 20 y 49 años se casaron o unieron antes de los 15 años y el 37 % antes de los 18.
La gran mayoría eran menores de pobres recursos que se ven obligadas a abandonar sus casas y las escuelas y casarse, en la mayoría de los casos con hombres muchos mayores que ellas, una práctica ancestral que sigue muy presente en este país del Caribe. La vida de estas niñas está marcada por la exclusión económica y social del país que ocupa, junto a Nicaragua, el primer lugar en número de menores de edad casadas o unidas de América Latina y el Caribe.
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