Las tomaba Popeye y, probablemente, también Oliva (sí, su nombre real es ese, nada de Olivia…) porque su cantidad de hierro le daba la fuerza suficiente para superar con éxito su día. Tú no vas a tener que enfrentarte a Brutus (o sí, nunca se sabe), pero son el ingrediente perfecto para superar un mal día en la oficina y, además, para rendirte a la vida healthy y la alimentación equilibrada. ¿Qué beneficios tendrás comiendo espinacas? Sigue leyendo.
La composición de las espinacas es mayoritariamente agua, aunque son una gran fuente de proteínas y fibra (sobre todo los tallos), además de ser ricas en vitaminas (A, C, E, K, B), minerales (calcio, hierro, potasio, magnesio, manganeso y fósforo). Contienen ácido fólico, antioxidantes y son ricas en ácidos grasos Omega 3. Un bomba con beneficios nutricionales que no tiene casi calorías (100g tienen apenas 22) ni hidratos de carbono.
Traducido al lenguaje común, los beneficios son muchos. Aquí destacamos unos cuantos. Apúntalos:
-Aumenta la fuerza muscular (como a Popeye) debido a sus nitratos, y promueve la oxigenación del organismo gracias a su gran cantidad de hierro. Este también las hace imprescindibles en casos de anemia.
-Favorece el tránsito intestinal (por la fibra) e interviene en la reducción del colesterol y en la velocidad de paso de los azúcares a la sangre, por lo que las hace beneficiosas en caso de riesgo cardiovascular y diabetes.
-Fortalece la visión. Previene la degeneración macular y protege contra el desarrollo de cataratas.
-Favorece le eliminación de líquidos.
-Es un gran alimento antioxidante.
-Su bajo contenido en grasas las convierte en alimento perfecto en dietas de adelgazamiento.
Nota: las espinacas tienen una gran concentración de histamina. Dato a tener en cuenta para intolerantes o alérgicos.
Fuente: Cosmopolitan