El Ministerio del Interior iraquí anunció hoy la detención de tres de los cuatro propietarios del local que se incendió esta pasada madrugada durante la celebración de una boda y que causó al menos 114 muertos y más de 200 heridos, y apuntó que uno sigue en paradero desconocido.
En un comunicado, Interior apuntó que «se tomaron las medidas jurídicas necesarias» y detalló que «las investigaciones aún están en curso».
La nota explicó que sigue huido uno de los dueños de la sala de fiestas Al Haitham Hall, en el distrito de Al Hamdaniya, en la provincia de Nínive (norte de Irak), donde se produjo el suceso.
La operación se desarrolló de forma conjunta entre el Ministerio del Interior y su homólogo de la región autónoma del Kurdistán iraquí, después de que el titular de Interior, Abdul Amir al Shammari, anunciara la emisión de órdenes de arresto contra cuatro de los dueños del local, a los que acusa de incumplir los estándares mínimos de construcción.
La nota apuntó también que otros socios del negocio se entregaron voluntariamente a las autoridades, como «el responsable de la sala, Samir Sulaqa; el supervisor de la organización, Martin Essam, y algunos de los trabajadores», si bien «una persona sigue huida».
De hecho, la agencia de noticias estatal iraquí INA informó esta mañana de que las autoridades habían arrestado ya a nueve trabajadores del establecimiento para someterlos a interrogatorio.
De acuerdo con la Defensa Civil, la catástrofe, calificada de «accidente» por el Gobierno iraquí, fue provocada por el uso de fuegos artificiales y de bengalas en el interior de la sala de celebración, recubierta de paneles de plástico Ecobond «altamente inflamables».
Según esta misma fuente, el uso de este plástico en este tipo de construcciones constituye «una violación de las instrucciones de seguridad», mientras que la instalación carecía de sistemas de alarmas y de extinción de incendios.
El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, declaró tres días de luto en todo el país tras la tragedia, una de las peores de este tipo en el país árabe en los últimos años, y ordenó a Defensa Civil duplicar las inspecciones para evitar incendios y explosiones en instalaciones que acojan aglomeraciones, que han sido una constante desde hace un lustro.
En Irak son habituales los incendios en este tipo de lugares, especialmente con el aumento de las temperaturas del verano y debido a la falta de mantenimiento, a la corrupción y al pobre estado de la infraestructura de un país que todavía está en proceso de reconstrucción tras décadas de guerra y violencia sectaria.
EFE