Por desgracia, hay sucesos que no se terminan de entender. Por muy grave que sea una discusión no hay mente que sea capaz de procesar que acaben con este final tan desagradable. Pero los sigue habiendo.
Ana Trujillo y su víctima, Stefan Andersson, tuvieron una pelea que se les fue de las manos en el piso que ellos compartían. Según la Fiscalía de Houston, la mujer tiró a su pareja al suelo, se sentó encima de él y empezó a taconear fuertemente. 25 taconazos hasta que le mató.
Trujillo ya tenía antecedentes por ira y otros actos agresivos que ya había sufrido su pareja. Al parecer, el alcohol pudo influir en el suceso ya que ambos habían salido a tomar unas copas unas horas antes. La taxista que les llevo hasta el centro explicó en los tribunales que el comportamiento de la mujer había sido bastante incorrecto y que él no tuvo ni una mala palabra hacia su persona.
El abogado de la asesina ha asegurado que su cliente actuó en defensa propia por una agresión que sufrió de su pareja y que utilizó el arma que tenía a mano: los zapatos. Además, la defensa de la acusada ha destacado que Andersson tenía graves problemas con el alcohol. De momento, Trujillo ha quedado en libertad tras pagar una fianza de 100.000 dólares.
Fuente: Qué