De acuerdo a Rudi Cressa, consultor del sector energético, el país experimentará un impacto altamente negativo en sus ingresos fiscales, por lo que verá disminuida su capacidad para hacer frente a los compromisos de deuda contraídos y tendrá dificultades para la adquisición de alimentos e insumos. El panorama no es alentador.
La caída de los precios internacionales del petróleo, junto con la disminución sostenida de los niveles de producción y las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos que dificulta la comercialización del crudo venezolano, sitúan al país en una posición sumamente desfavorable.
Rudi Cressa, consultor del sector energético, con maestría en Administración de Empresas y Banca y Finanzas, sostiene que el gobierno venezolano tendrá que enfrentar serios problemas en el flujo de caja. Las exportaciones petroleras siguen siendo la principal fuente de ingreso de divisas. “El petróleo representa aproximadamente el 66 % de las exportaciones venezolanas. La baja de los precios del crudo se reflejará en una disminución significativa de los ingresos fiscales y en la capacidad de cumplimiento de los compromisos de deuda comercial contraídos con países como China y Rusia. De igual forma, deja al gobierno con poca capacidad de maniobra para la adquisición de alimentos, insumos y, algo vital, dificulta aún más la compra de gasolina para paliar la grave escasez que se registra en estos días en medio de la pandemia de coronavirus”.
El desplome de los precios internacionales del petróleo converge con otros dos factores que venían afectando el desempeño de la industria petrolera venezolana, como lo son las sanciones y la caída en los niveles de producción.
Con respecto a la designación de Tareck El Aissami, como Ministro del Poder Popular de Petróleo y de Asdrúbal Chávez Jiménez como Presidente de PDVSA, considera que una vez más el ejecutivo intenta, haciendo cambios en la gerencia, superar la grave crisis de la industria petrolera. “No sorprende, ambos formaban parte de la Comisión presidencial para la defensa, reestructuración y reorganización de la industria petrolera nacional, creada en febrero pasado. Mientras no haya estabilidad política y se mantengan las sanciones, el país estará en una situación delicada. Estos cambios en la gerencia no representan un indicio de que se harán las transformaciones que se requieren para recuperar la industria petrolera”, afirmó.
El especialista agrega : “las sanciones obligan a PDVSA a negociar su crudo con descuento para poder convencer a los compradores. Se estima que actualmente el barril de petróleo venezolano se estaría vendiendo a un precio inferior a los 6 dólares, muy por debajo de los costos promedio de producción que se estiman en más de 18 dólares por barril”.
Panorama complejo
Rudi Cressa apunta que la disminución de los ingresos por concepto de la renta petrolera podría ubicarse por encima de los 8 mil millones de dólares. “Es difícil de estimar dada la volatilidad de los precios del petróleo y los descuentos que debe ofrecer PDVSA. Los niveles de inversión en la industria petrolera caerán mucho más, esto sumado a las dificultades de comercialización y a la falta de capacidad de almacenamiento, derivaría en un hipotético cierre de pozos. Las consecuencias a corto plazo, además del incremento en el déficit fiscal y la disminución en los niveles de producción producto de la declinación natural de los pozos, también se materializarían en una disminución de los ingresos de la principal industria del país, lo que incrementaría las posibilidades de un colapso económico”.
No son muchas las opciones con las que cuenta el gobierno venezolano para sortear las dificultades en el flujo de caja.
“La más fácil y probable que tiene el gobierno para financiar el incremento en el gasto público es la emisión de dinero inorgánico, lo que va a traer como consecuencia un incremento considerable de la tasa de inflación, que según el informe publicado por la Asamblea Nacional se encontraba en 21,2 % para el mes de marzo”, dice Cressa.
Por otra parte, sostiene que la venta de oro proveniente del Arco Minero que viene utilizando el gobierno desde 2018, entraña muchas dificultades. “Aunque no se conoce la cifra exacta, la producción aurífera estaría entre dos mil y tres mil millones de dólares al año y gran parte de la misma no se comercializa por canales regulares. En noviembre del año 2019 el diputado a la Asamblea Nacional Elías Mata, destacó que la producción minera nunca ha aportado más del 0,6% del PIB. Las transacciones comerciales de oro no están exentas de sanciones y el mismo debe ser negociado con descuento”, explicó.
La disminución en los ingresos y la restricción del acceso al financiamiento internacional, ha hecho que el gobierno recurra también a la utilización de las reservas internacionales que totalizaban 6.721 millones de dólares, de acuerdo con el informe publicado por el Banco Central de Venezuela en Enero de 2020, el nivel más bajo en los últimos 46 años.
Para el experto, los escenarios que se manejan para la economía venezolana no son nada alentadores. Se avizora una fuerte crisis, porque nunca antes el aporte fiscal por concepto de renta petrolera se había ubicado en los niveles actuales.
“En el corto plazo la visión sigue siendo negativa, la inestabilidad de los precios petroleros y el bajo nivel de los mismos se va a mantener, debido al impacto en la demanda mundial como consecuencia de la pandemia. De igual forma la recuperación de PDVSA no es factible en el futuro inmediato. Mientras no haya estabilidad política y se mantengan las sanciones, el país estará en una situación delicada y no se presenta como un destino atractivo para el capital extranjero. Para recuperar los niveles de producción de petróleo se necesitaría, de acuerdo a lo señalado por el profesor Rafael Quiroz, alrededor de 25 mil millones de dólares al año durante diez años, estamos hablando de 250 mil millones de dólares y bajo las condiciones actuales, no es posible que ocurra”.
Cressa destaca que en medio de la crisis el gobierno opta por un aumento en los niveles gasto público, a través del otorgamiento de bonos y el reciente anuncio de un aumento salarial. “Dicho aumento será financiado mediante la emisión de dinero inorgánico, creando presiones sobre la tasa de cambio y los niveles de inflación en el corto plazo.”, sentenció.
Nota de Prensa