“Es triste, pero estoy obligado hacerlo”, adelantó la noche del lunes el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, mientras conducía su programa “Con el mazo dando”. ”Tenía un conflicto interno”, confesó a su audiencia. Pero, enfatizó, “por la patria debo hacerlo”.
Luego de preparar el terreno, Cabello lanzó la bomba: el ingeniero Alejandro Márquez, quien falleció el domingo tras ser agredido por efectivos de la Guardia Nacional la noche del miércoles 19 de febrero, era un “sicario, un mercenario”. “Esto es duro porque esta persona está fallecida y no tiene cómo defenderse”, reconoció el acusador.
Para sustentar su afirmación, Cabello mostró una conversación y unas fotos en las que se ve a Márquez con ropa camuflada y apuntando con un arma.
Pues bien, esa conversación y esas fotos están a la vista de cualquier persona que ingrese al perfil en Facebook de Márquez, quien practicaba airsoft, una actividad que Wikipedia describe así: “Se trata de un juego de guerra usando réplicas de armas de fuego (las cuales disparan pequeñas bolas de PLGA o biodegradables de 6 u 8 mm de diámetro) en escenarios de juego similares a los de una guerra real”.
Sus familiares, a las afueras del sepelio de Márquez corroboraron la información y consideraron de “indignantes” las acusaciones de Cabello.
A través de una carta publicada en Últimas Noticias, la Federación Venezolana de Airsoft rechazó las acusaciones contra Márquez, a quien definen como “un joven venezolano trabajador y practicante de la actividad deportiva, la cual en ningún momento tiene reparación ni orientación militarista”.
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