Autoridades venezolanas allanaron las oficinas de la empresa Proluxon, dedicada al área de eventos públicos y localizada en el oriental estado Anzoátegui. La misma pertenece a Javier Rengel, solicitado por la Justicia del país sudamericano por el desfalco a la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), y no era la única compañía que operaba en esos espacios.
Durante el procedimiento, se constató que en dicha sede funcionaban múltiples empresas fantasmas o de maletín vinculadas directamente al entramado de corrupción en base a proyectos de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO).
En la inspección se incautaron vehículos, máquinas de impresión a gran escala, equipos de sonido, pantallas gigantes, andamios, tarimas, equipos de iluminación, computadoras, entre otros.
Según las investigaciones, Rengel se asoció mediante contratos fraudulentos en Pdvsa al exalcalde de la ciudad anzoatiguense de Guanta Jhonnathan Marín, condenado en Estados Unidos por corrupción y también solicitado por Venezuela.
Sumarium