Quienes son muy activos deben cuidar especialmente su alimentación, evitar los excesos, pero sobre todas las cosas hacer una buena comida antes del ejercicio para evitar cualquier desequilibrio energético.
“Lo que puede pasar es que no te vas a desempeñar bien durante la ejecución de los ejercicios. (…) consumiremos la glucosa de manera inmediata y eso podría provocar algún malestar, detalló la nutricionista Lorena Romero.
A continuación algunos consejos para armonizar ejercicio y nutrición.
Antes de entrenar
Romero recomienda establecer un lapso de media hora entre la comida y el entrenamiento. «Deben ser alimentos ricos en carbohidratos y de fácil absorción, las frutas son una buena opción: cambures, fresas, mandarinas, entre otros.
Advirtió que la lechoza, el melón y mango deben evitarse porque «son muy pesadas».
Después del ejercicio
Culminada la rutina de entrenamiento lo aconsejable es esperar una hora antes de comer. Sobre el menú, lo ideal son los carbohidratos o proteínas, pues le ayudarán a recuperar energía rápidamente.
Huevo duro, pollo sancochado y queso fresco son aconsejables para balancear nuestro organismo tras la actividad física. «Si el esfuerzo fue excesivo, se pueden agregar papas y pan integral», señaló la experta.
GV
