Londres lanzó una investigación para hallar a los responsables de la filtración de cables diplomáticos en los que el embajador británico en Estados Unidos habría calificado a la administración de Donald Trump de “inepta” y “excepcionalmente disfuncional”.
La primera ministra saliente Theresa May condenó este lunes las filtraciones “totalmente inaceptables” y afirmó tener “una confianza completa” en el embajador Kim Darroch, autor de los cables en cuestión.
“Tenemos que descubrir cómo pudo pasar esto, al menos devolver la confianza a nuestros equipos en todos el mundo para que continúen dándonos evaluaciones sinceras”, dijo de su lado el canciller británico, Jeremy Hunt.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores indicó que “se abrirá una investigación oficial sobre las filtraciones”, sin cuestionar la veracidad de los cables diplomáticos en cuestión.
Darroch es uno de los diplomáticos británicos con más experiencia. Asumió sus funciones en Washington en enero de 2016, antes del inicio de la presidencia de Trump.
Según The Mail on Sunday, algunas de los reportes filtrados remontan a 2017.
En ellas, el diplomático británico afirmó que la presidencia Trump, que considera “inestable” e “incompetente”, es susceptible de “estrellarse e incendiarse” y “terminar en desgracia”, según sus informes transmitidos a Londres.
“Realmente no creemos que esta administración vaya a volverse sustancialmente más normal, menos disfuncional, menos impredecible, menos divisiva, menos torpe e inepta diplomáticamente”, habría escrito Darroch en un despacho.
El embajador había dicho también que “las despiadadas luchas internas y el caos” en la Casa Blanca, de los que se ha hablado mucho en Estados Unidos pero que Trump tacha de “noticias falsas”, son “verdaderos en la mayoría de los casos”.
“Anti-patrióticas”
Las revelaciones caen en muy mal momento, teniendo en cuenta que Londres apunta a sellar un acuerdo de libre comercio post-Brexit con Estados Unidos, su aliados histórico.
El ministro de Comercio Internacional británico Liam Fox pidió una intervención de la justicia, luego de declarara en la BBC que las filtraciones “no son profesionales, no son éticas y no son patriótica”, ya que pueden provocar problemas en las relaciones con Estados Unidos.
El domingo, Jeremy Hunt apoyó el trabajo del embajador Darroch subrayando que no compartía sus opiniones.
“Es muy importante decir que el embajador estaba haciendo su trabajo de embajador, que es proporcionar informes francos y opiniones personales sobre lo que ocurre en el país en el que trabaja […] pero son opiniones personales, no las opiniones del gobierno británico, ni mi opinión”, declaró.
“Seguimos pensando que, con Donald Trump, la administración estadounidense es, además de muy efectiva, el mejor amigo para Reino Unido en el escenario internacional”, añadió Hunt, en campaña para convertirse en el próximo primer ministro británico, un nombramiento que se realizará el 23 de julio.
Al ser preguntado sobre estas filtraciones, que fueron publicadas por The Mail on Sunday, el presidente estadounidense consideró que Kim Darroch “no sirvió bien a Reino Unido”. “No somos muy fans de este hombre”, dijo a la prensa.
Liam Fox, que viaja esta semana a Estados Unidos, quiso mostrarse tranquilo asegurando que estas filtraciones no impedirán “preparar el terreno” para un futuro acuerdo de libre comercio.
AFP