En un entorno con inflación sobre 50 por ciento y escasez cerca de 30 por ciento, el gobierno de Nicolás Maduro se dedica a multiplicar los controles con la esperanza de lograr a la fuerza el abastecimiento de productos baratos.
Con tan solo 16 meses en la Presidencia de la República, Maduro lanzó y reeditó una serie de medidas para reforzar las regulaciones, sin que ninguna garantizara el regreso de los artículos a los anaqueles o la estabilidad de los precios.
En promedio, cada dos meses y medio el mandatario nacional anuncia nuevas acciones orientadas a revertir el desabastecimiento de los rubros y frenar su encarecimiento, sin que ninguna muestre hasta ahora resultados concretos.
El jefe de Estado maneja una larga lista de las que, a su juicio, son las causas de la inflación y la escasez. La primera se la adjudica a la guerra económica de la burguesía, a la especulación del sector privado y a la cultura de las ganancias excesivas. La segunda se la achaca al contrabando de extracción, al consumismo de los venezolanos, al acaparamiento de las empresas y las comprar nerviosas. Las excusas abundan.
Para atacar los problemas, en menos de año y medio ordenó a los comercios aplicar rebajas forzadas, puso a las instituciones del Estado y a la Fuerza Armada Nacional a fiscalizar negocios y hasta colocó topes de ganancias a las empresas.
La última decisión del mandatario apunta a implementar sistemas biométricos en cada uno de los establecimientos del país, con captahuellas que identificarán a los consumidores y limitarán la cantidad de productos que podrán adquirir semanalmente.
Sin soluciones
Alfredo Gordon, economista, considera que las políticas implementadas por Maduro, lejos de solucionar los inconvenientes, lo que hacen es intensificarlos: «Es evidente que por la vía de los controles no se resuelve nada en economía».
Asegura que en Venezuela no se ataca la raíz de los problemas, por lo que la situación tiende a empeorar. Afirma que en el país se requieren mayor producción nacional e importaciones para reducir el desabastecimiento y frenar la escalada de precios.
El analista agrega que la nueva medida del Gobierno, la implementación de un sistema biométrico, lo que implicará será un racionamiento de la escasez existente, sin garantizar el retorno de los productos básicos a los supermercados.
Medidas sin éxito
* Rebajas forzadas
En noviembre del año pasado el Gobierno exigió a los comercios aplicar rebajas de entre 30 y 70 por ciento en artículos de línea blanca, equipamiento del hogar, productos ferreteros, materiales de construcción, ropa y calzados, juguetes y repuestos de vehículos. La medida provocó compras masivas por parte de los consumidores y la disminución de los inventarios de los establecimientos, de acuerdo con Consecomercio.
* Fiscalización de empresas
A finales de 2013 Maduro ordenó a las instituciones públicas y a la Fuerza Armada Nacional fiscalizar a las empresas privadas, principalmente de los sectores de alimentos, medicamentos, textiles, calzados, ferreterías, electrodomésticos, juguetes, repuestos y automóviles para verificar que produzcan y vendan a «precios justos». Hasta la fecha van seis mil 32 procedimientos, según cifras del Ministerio de Comercio.
* Ganancias controladas
El Presidente promulgó en enero la Ley Orgánica de Precios Justos, que establece márgenes de ganancia hasta un máximo de 30 por ciento a las empresas. El instrumento establece sanciones que van desde privativas de libertad hasta expropiaciones para quienes lo incumplan. Desde el momento de la creación de la ley hasta mayo -última data disponible- la inflación acumuló un aumento de 23 por ciento, detalló el Banco Central (BCV).
* Plan antibachaqueo
Tras asegurar que 40 por ciento de la comida se fuga hacia Colombia, desde febrero el Gobierno implementa un plan «antibachaqueo» en la frontera. El programa prohibió la movilización de alimentos hacia la zona limítrofe y reforzó la seguridad. Desde hace dos semanas incluye cierres nocturnos del paso binacional. Luego de la aplicación de la medida la escasez se mantiene en torno a 30 por ciento, según cifras del Banco Central (BCV).
La nueva medida
* Sistema biométrico
Desde hace un mes se aplica en el Zulia un sistema biométrico en supermercados y farmacias para identificar a las personas al momento de hacer sus compras y permitirles obtener cantidades limitadas de productos. El mecanismo está activo en 14 establecimientos de la entidad, de acuerdo con información de la Gobernación. El Gobierno prevé ahora implementar las llamadas «captahuellas» en todos los comercios del país.
Por Daniela García
LA VERDAD.COM
