Casi 50% de la población de Estados Unidos desaprueba la gestión de la vicepresidenta Kamala Harris, según la plataforma YouGov America, un giro considerable en comparación con las cifras que registraba cuando se convirtió en la primera mujer en ocupar su cargo.
Su debacle comenzó la primera semana de junio, cuando Joe Biden le encargó la tarea de gestionar la crisis migratoria en la frontera con México, mostrando así que su número dos estaba destinada a ser una pieza fundamental en su administración y no alimentaría la fama de ocupar un cargo vacío de poder, como ha ocurrido en otras ocasiones, reseñó el diario El País.
Antes de viajar, en una entrevista a la NBC, Harris aseguró haber estado en la frontera, un hecho que la periodista desmintió. A la hora de rectificar, la demócrata respondió simplemente: «Tampoco he estado en Europa». Otro hecho que le ha restado popularidad fue en Guatemala, cuando lanzó el mensaje que indignó a sus bases progresistas. Harris pidió a aquellos que estaban planteándose emigrar sin papeles a Estados Unidos que no lo hicieran. «No vengan, no vengan», dijo.
Todas las encuestas muestran un descenso en su popularidad. En los sondeos conservadores, Harris aparece con la peor nota para un vicepresidente en los últimos 50 años. En los liberales, en cambio, reducen el desplome: son los peores datos en 30 años, siempre haciendo la comparación con los primeros 7 meses en el cargo.
Al llegar al cargo, la vicepresidenta también había destacado por ser la primera persona de origen indio y jamaicano en lograr el puesto. Las expectativas y el escrutinio arrancaron fuerte. La presión es aún mayor en su caso, pues desde su llegada a la Casa Blanca se la ve como posible candidata demócrata a las elecciones de 2024 en el supuesto de que Joe Biden no se presente.
La falta de resultados en la crisis fronteriza no es el único argumento que usan los republicanos para atacar a Harris. También recalcan que desde que asumió el cargo no ha hecho prácticamente ninguna conferencia de prensa en solitario, más allá de un encuentro durante su visita a Vietnam a finales de agosto.
Su bajo perfil en las últimas semanas se ha hecho más evidente en la crisis de Afganistán por la retirada de las tropas estadounidenses.
Cuando estalló el caos en Kabul, Harris estaba de gira por el sureste asiático. En una comparecencia el 24 de agosto defendió la decisión de Biden de poner fin a la guerra y después zanjó el tema. Desde entonces la vicepresidenta no se ha referido públicamente al asunto, aunque sí ha escrito algunos tuits para apoyar los mensajes de Biden.
El Nacional.