Derecho a la salud, derecho a la vida

Derecho a la salud, derecho a la vida


 
 
 
#DejenEntrarLaVacuna.

 

 

 

Este debería ser el clamor de todas las redes sociales en Venezuela. Es el momento de exigirle al régimen que respete el derecho a la salud de todos los venezolanos sin distinción. Los venezolanos deben demandarles a Maduro y compañía que respeten el derecho a la vida.

 

 

Se logró lo que al principio se creyó imposible, saldar la deuda que se tenía con el sistema internacional de vacunas para que liberaran el lote que tenían reservado para Venezuela. Las gestiones las hizo diligentemente el presidente interino, Juan Guaidó, porque eso es lo que el sentido común dictaba.

 

 

A pesar de trabajar por el bienestar de todos, algo que no debería dividir a ninguno que tenga posición de poder actualmente en Venezuela, el régimen ha dicho que las vacunas de AstraZeneca no van a entrar al país. Prefieren las cubanas, que ni siquiera han pasado las pruebas pertinentes para saber si son eficaces. Total, ellos felizmente se han hecho videos recibiendo la inmunización.

 

 

No han sido capaces de contener los contagios ni de levantar estadísticas reales de los fallecidos. Todos los días se cuentan por las redes sociales los médicos que han perdido la batalla contra el covid-19. Hay que lanzar un grito desesperado, aunque sea por la vida de los que valientemente se arriesgan para atender a los enfermos. A los trabajadores de primera línea no les importa cuál vacuna les pondrán siempre que sea efectiva. Ellos son prioridad y deben estar a salvo.

Lo que está haciendo el régimen con la pandemia se podría calificar de genocidio. Está dejando que los venezolanos mueran, que los médicos que pueden atenderlos fallezcan por el virus. Eso es algo que no ha pasado en ninguna parte del mundo y es una verdadera tragedia.


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Todo lo demás sobra. Dejen entrar las vacunas que sean, siempre que tengan probada inmunidad. Organicen una campaña para colocarla, asesórense con los que saben, dejen la mezquindad, la maldad. Nuestro pueblo está doblemente expuesto al contagio porque sufre hambre desde hace mucho tiempo. Casi todos en el país somos población vulnerable. Va a llegar un punto en que no podrán ocultar las consecuencias de su ineptitud.

 

 

Desde hace tiempo se les ha dicho que no se trata de un tema político, pero los que no quieren salir de Miraflores usaron las pocas vacunas Sputnik para protegerse ellos y a su entorno. Pasarán entonces a la historia como lo que son, un régimen al que no le importa en lo más mínimo el venezolano al que tanto dice defender, al que tanto pide mantenerse rodilla en tierra para que ellos puedan perpetuarse en el poder.

 

 

Editorial de El Nacional

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