Una asamblea de periodistas de Latinoamérica que se celebra en dos días de reuniones en la Universidad de Columbia en Nueva York criticó las estrategias para lograr la hegemonía mediática por parte de los gobiernos de Venezuela y Ecuador, ninguno de los cuales ha respondido a las invitaciones reiteradas para que asistan a la conferencia y participen en el diálogo.
Edward Schumacher-Matos, de la Universidad de Columbia; Juan Carlos Iragorri, de NTN24; el periodista venezolano Nelson Bocaranda; José Hernández, de Hoy de Ecuador, y la exvicepresidenta ejecutiva de Globovisión, María Fernanda Flores, describieron la dominación, intimidación, persecución y confiscación de las que han sido víctimas los medios de comunicación privados por parte del Gobierno durante la última década como el clímax de la hegemonía mediática absoluta tanto en Ecuador como en Venezuela.
Las autoridades quieren escuchar un “eco colectivo de las distorsiones que se dicen a sí mismas”, exclamó Iragorri. Las autoridades calumnian a los periodistas como enemigos de la democracia, el pueblo y la verdad, acotaron los panelistas, a la vez que eliminan diabólicamente todas las voces que no sean las suyas.
En los últimos 14 años, Venezuela ha presenciado siete meses de cadenas gubernamentales, señaló Nelson Bocaranda, mientras que el gobierno no ha concedido entrevistas a los periodistas de medios privados.
Bocaranda, cuyos informes exclusivos sobre el cáncer que padeció el difunto presidente Hugo Chávez se convirtieron en la mejor fuente de información en torno a su padecimiento, manifestó que la situación de los periodistas hoy día es la peor que haya visto jamás. “Chávez tenía respeto por la verdad; toleraba las historias fundamentadas con pruebas”, expresó. “Hoy, decir la verdad con pruebas enfurece a las autoridades”. Un video de noticias en la conferencia exhibió al presidente Maduro enardecido y prometiendo meter presos a los periodistas de medios privados.
María Fernanda Flores relató historias espeluznantes sobre abuso físico y terrorismo contra los periodistas, amén de la impunidad de las autoridades y el enjuiciamiento de las víctimas. “Es un delito comprobar que el agua en Caracas está contaminada”, comentó. “El agua contaminada no constituye un delito, pero sí informar sobre ello”.
Por su parte, el doctor Schumacher indicó que el gobierno venezolano ha declinado asistir a la conferencia luego de innumerables invitaciones. “No le interesa el diálogo, solo su propio monólogo”, concluye Flores.
Fuente EU