Desde la madrugada esperan su turno. El problema para obtener documentos personales en el país empeora con el pasar de los días. Llegó el turno de la cédula de identidad. Desde las 2.00 de la mañana empiezan a llegar madres y padres de familia con sus hijos, la mayoría menores de edad, a la oficina del Sistema Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) en Valle Frío. Todos con un mismo fin: sacar el documento de identidad.
Hora tras hora hacen colas kilométricas con la esperanza de correr con suerte y obtener el documento por primera vez. Aunque la tarea parece fácil, la realidad es que se pierde todo el día en el trámite. Los usuarios denunciaron que desde agosto esperan que los atiendan, pero siempre reciben “una excusa” por parte de los funcionarios encargados. Ayer el escenario no fue diferente.
Al menos 123 niños que estaban anotados en una lista para ser atendidos esperaron ayer durante todo el día, en el estacionamiento de la oficina en Valle Frío, por la fiscal encargada de autorizar la emisión del documento, pero nunca llegó.
Starky Chaparro, comerciante, acompañado por su hija de 12 años, espera desde agosto pasado que atiendan a la niña, pero los funcionarios se limitan a decir que no hay material.“Siempre es una excusa. Si no es el material es lo de la fiscal, inventaron varias excusas. Ella está embarazada y es la que autoriza que pasen los niños. Primero nos informaron que se sentía mal, luego que está de vacaciones y por último que tenía cita en una estética. Es una burla a los usuarios que estamos en lista de espera”.
Fallas
Marisela Urango, ama de casa, también manifestó su molestia por las fallas en el proceso de cedulación para menores en el Saime. Las adyacencias de la oficina no cuentan con alumbrado público y los que llegan desde las 3.30 de la madrugada esperan a oscuras ser atendidos. La situación preocupa a la mayoría de los padres, ya que la cédula es un requisito que exige cada escuela al momento de la inscripción.
«Desde la madrugada estoy esperando con mi hija de 11 años arriesgando nuestras vidas, porque tenemos que estar en el estacionamiento sin ninguna vigilancia. La niña no asiste a sus clases ya que sin la cédula no la dejan entrar. Exigimos respeto de los funcionarios». Los usuarios piden que solventen la situación y que asignen a otro fiscal que apruebe la emisión del documento.
Afectados
«Tenemos muchos días esperando que nos atiendan. Mi hijo es diabético y nadie responde por la baja de azúcar que le dio en la cola». María Andrade. Ama de casa.
«Desde las 4.00 de la mañana estoy con mi sobrina de nueve años esperando que nos atiendan. No asiste al colegio porque tenemos que madrugar aquí». Juan León. Comerciante.
Fuente http://www.laverdad.com/









