Nuevamente las colas se apoderaron del estacionamiento del hipermercado Makro, en esta oportunidad por la venta de dos bolsas de detergente en polvo y tres envases de champú. Contrario a la fluidez que experimentó la venta el lunes al habilitar todas las cajas internas para la facturación, este martes fueron activadas solo cinco cajas para facturar a las personas en cola.
En paralelo, el hipermercado permanecía abierto y quienes entraban podían adquirir arroz a precio regulado y mantequilla de repostería en cajas.
Un grupo de indígenas de la etnia Warao denunció en el estacionamiento del hipermercado que no se les permitió a comprar. “Solo compraron cuatro de nosotros pero al resto nos sacaron, nosotros también tenemos derecho, no es justo que solo vendan a los criollos”, dijo Antonio Pérez, quien manifestó que llegaron al lugar a las 4:00 de la mañana.
Los indígenas aseguran que llegaron a los alrededores de Makro desde la madrugada, provenientes de Los Barrancos y del campamento ubicado frente al terminal de San Félix.
“No somos revendedores, también tenemos ropa sucia, queremos comprar”, añadió Hucelia Pérez.
Correo del Caroní intentó contactar a fuentes de Makro, pero no fue posible establecer contacto.
“No somos revendedores, también tenemos ropa sucia”, dijo una indígena de la etnia warao
Cola “poco preferencial”
Bajo el sol, una mujer con los pies hinchados comentó que deben mejorar la atención de las personas que requieren atención preferencial, “en una sola cola están tercera edad, discapacitados, embarazadas y mujeres con niños y la cola no camina”.
Rosa Pinto, quien llegó a las 5:00 de la mañana compró y salió del establecimiento a las 8:00 de la mañana y, a su juicio, la venta fue fluida. “Siempre hay bochinche, pero ¿cómo hacemos?”, dijo por su parte Xiomara Benavente.
La venta de estos productos se repitió este miércoles.
María Ramírez Cabello
Correo del Caroní