Sometido a terapia y bajo los efectos de las drogas, Bergwall se autoinculpó de una treintena de crímenes, aunque finalmente fue condenado entre 1994 y 2001 por ocho asesinatos, y usándose como única prueba su confesión.
Un tribunal sueco decretó ayer la libertad del que fue considerado el peor asesino en serie de Suecia, Sture Bergwall, tras 23 años en una clínica mental y después de haber sido absuelto de los ocho asesinatos por que se le condenó.
Sometido a terapia y bajo los efectos de las drogas, Bergwall se autoinculpó de una treintena de crímenes, aunque finalmente fue condenado entre 1994 y 2001 por ocho asesinatos, y usándose como única prueba su confesión.
Pero en 2008, en un documental de la televisión pública sueca, Bergwall, que durante un tiempo se hizo llamar Thomas Quick, reconoció que todo había sido una invención y que en la terapia no había estado limpio de drogas «ni un solo día».
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Entre 2010 y 2013 fueron reabiertos los casos y ante la debilidad de la acusación, fue exculpado de todos los delitos, el último en verano pasado.
El tribunal administrativo de Falun, que revisa cada seis meses si el preso debe seguir ingresado, encargó hacerle un nuevo estudio mental, el primero desde 1991 y que concluyó que padecía un transtorno psíquico moderado, por lo que recomendó un régimen abierto.
Tras el plan presentado por la clínica de Säter (Estocolmo), donde Bergwall permanece ingresado desde 1991, el tribunal aprobó hoy que sea puesto en libertad, aunque continuará bajo control de las autoridades sanitarias y no podrá consumir drogas.
Bergwall aseguró en su blog personal que la decisión del tribunal demuestra que se ha producido un «escándalo judicial» con su persona por haber sido retenido tanto tiempo en la clínica.
«Finalmente todo este largo proceso se ha acabado, hoy me han declarado en libertad», dijo a «Radio de Suecia» Bergwall, que había sido ingresado en Säter antes por abuso de menores y por atracar un banco, y piensa solicitar una indemnización económica a los tribunales.
El caso Bergwall ha sido uno de los que más atención han generado en los últimos años en Suecia: objeto de debates, documentales y libros en los que se ha criticado con dureza la actuación de la medicina forense y del sistema judicial, que están siendo investigados por una comisión creada por el Gobierno.
Fuente: Agencias