¿Tienes estrías? ¿sufres porque tiene muchas cicatrices? ¿sufres de problemas de piel? Estos supuestos defectos son lo que más aman los hombres de ti.
Tras varias investigaciones, entrevistas y encuestas, nos dimos cuenta de que muchas cosas que odiamos sobre nosotras son adoradas por los hombres. Entérate y deja de preocuparte.
Estrías y celulitis
Está comprobado que el 63% de los hombres no se fijan para nada en si una mujer tiene estrías o no, por lo cual debes dejar de preocuparte tanto por este problema. El otro 37% dijo que en el momento del sexo, no se les ocurre pensar en eso en lo más mínimo, ¡sino en disfrutar lo más que puedan de la relación sexual!
Cicatrices
Si estás traumada porque puede ver las cicatrices en tus rodillas que delatan la vez que te caíste en el patio de la escuela o te cortaste sin querer mientras preparabas la cena, déjanos decirte que a ellos no les interesa en lo más mínimo. El 80% piensa que una cicatriz es interesante y misteriosa y hace a la persona que la porta quien es ahora.
Vello
Muchas de nosotras nos morimos de pena sólo de pensar en nuestro arbusto y nos sometemos a dolorosas depilaciones en las que nos quitan absolutamente todo, cuando en realidad al 80% de ellos les gusta mucho más cuando sólo le damos una pequeña recortada y lo tenemos cuidado.
Cara lavada
Si no pones un pie fuera de la casa (o en la cama) sin antes llenar tu rostro de rímel, base, rubor y delineador, déjanos decirte que estás cometiendo un error. Al 38% de los hombres les gustan las mujeres con el rostro al natural y al 56% les gustan con un maquillaje discreto. Ya lo sabes, ¡guarda las pinturas para otra ocasión!
Senos pequeños
A los chicos no les fascinan los pechos enormes que vemos en las películas porno, sólo al 23% le interesa esa parte del cuerpo. Los demás prefieren las nalgas (38%), piernas (13%) y rostro (27%)
Nuestra edad
A muchas nos da pena admitir que tenemos 29 en vez de 19, sobre todo si salimos con hombres más jóvenes. Sin embargo, al 95% de los hombres les gustan las mujeres mayores.
Fuente: Veintitantos
