La Unidad Andina del Bank of América Merrill Lynch (BofA), ha publicado un informe fechado 17 de agosto de 2015, donde analiza los posibles resultados electorales en las próximas elecciones legislativas del 6 de diciembre en Venezuela, con base a lo que encuestadoras reconocidas están obteniendo en sus estudios de opinión. En el estudio, firmado por el economista Francisco Rodríguez, se afirma que “Estimamos que la oposición tendría que ganar el voto popular por un margen de al menos 5,7 puntos porcentuales con el fin de capturar una mayoría simple en el legislativo. Con un margen de 18,1 puntos porcentuales le permitiría capturar la poderosa supermayoría de 2/3. Las encuestas actuales indican que su ventaja está actualmente muy por encima de esos umbrales»
Traducción libre del inglés por lapatilla.com
Muchos observadores han argumentado que los sesgos en el sistema electoral de Venezuela hacen que el escenario en el que la oposición capta una gran mayoría de los escaños en las próxima elecciones parlamentarias sea relativamente improbable. No estamos de acuerdo. Nosotros argumentamos que si bien el sistema electoral de Venezuela tiene algunas características integradas que tienden a trabajar a favor del partido en el poder, el efecto de estas ventajas sería más que compensado por una victoria de la oposición en el voto popular incluso por un margen moderado por el gran sesgo mayoritario inherente al sistema nominal.
Estimamos que la oposición tendría que ganar el voto popular por un margen de al menos 5,7 puntos porcentuales con el fin de capturar los 84 diputados necesarios para darle una mayoría simple. Un margen de 18,1 puntos porcentuales le permitiría capturar los 2/3 de mayoría calificada necesaria para aprobar importantes cambios constitucionales e institucionales.
Las encuestas actuales indican que su ventaja es actualmente muy por encima de estos dos umbrales.
Construya su propio distrito
Hay dos formas en las que la composición de los distritos electorales puede favorecer un determinado partido: el gerrymandering y la mala distribución. El gerrymandering se refiere a la manipulación de los límites de un distrito (circunscripción electoral) con el fin de favorecer a una fuerza política determinada, mientras que mala distribución se refiere a la representación excesiva de algunos tipos particulares de votantes.
Contrariamente a la opinión popular, hay poca evidencia de que los distritos de Venezuela han sido gerrymandered (manipulados) eficazmente para favorecer al gobierno. El gerrymandering funciona empaquetando los votos de tu oponente en algunos distritos y propagando tus votos con el fin de capturar el mayor número posible de distritos. En un sistema fuertemente Gerrymandered, el partido en el poder gana sus distritos por una ventaja muy baja y la oposición gana un menor número de distritos por una gran ventaja. En contraste, la ventaja de la media PSUV en los distritos que ganó en 2010 fue 19,0 puntos porcentuales, superior al 15.4 % de ventaja promedio de la oposición en sus distritos – el patrón opuesto – de lo que uno esperaría con los distritos Gerrymandered.
La mala distribución parece generar un importante sesgo a favor del gobierno. Dado que cada entidad federal tiene derecho a un mínimo de 3 representantes, los votantes en los estados más escasamente poblados tienden a estar excesivamente representados. Un representante de Delta Amacuro, por ejemplo, representa 17.800 electores; uno de Caracas representa 101.400 electores.
El chavismo tiende a ser dominante en los estados con más baja densidad de población, que son también los más pobres y rurales, esto constituye un importante sesgo a favor del partido en el poder.
(Leer más) La Patilla
Fuente: La Patilla