Decenas de personas irrumpieron este domingo en el Ayuntamiento de la ciudad de Al Sueida, en el sur de Siria, para pedir la «caída» del Gobierno del presidente Bachar al Asad en una jornada insólita de protestas, en medio de una de las peores crisis económicas que atraviesa el país árabe, informaron activistas y ONG.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG que agrupa una red de activistas en el terreno y cuya sede se encuentra en el Reino Unido, informó de que la ciudad de Al Sueida presenció «una gran tensión de seguridad, después de que los manifestantes atacaran con piedras la sede gubernamental de la provincia, mientras algunos jóvenes la asaltaban».
La fuente indicó que los manifestantes retiraron la imagen de Al Asad del edificio, una acción que también fue difundida en vídeo por la red de activistas Al Suwayda24, aunque dichos clips no han podido ser confirmados por otras fuentes.
«Los manifestantes quemaron un vehículo de seguridad y provocaron daños a otros coches, después de que las unidades de seguridad dispararan balas para dispersar a los manifestantes en la ciudad de Al Sueida», según el Observatorio.
Los manifestantes denunciaban las malas condiciones de vida y corearon consignas pidiendo mejorarlas en la provincia, de mayoría drusa.
«Ya no podemos más, ya no tenemos paciencia», gritaban algunas de las personas concentradas, según los vídeos difundidos por Al Suwayda24.
Hasta el momento, ninguna fuente oficial ha reaccionado ante esta información.
Más de 2,2 millones de personas necesitarán ayuda para enfrentar el invierno en Siria, un 28 % más que el pasado año, en momentos en que la desmesurada inflación y la economía en caída libre han dejado los productos esenciales fuera del alcance de casi el 88 % de la población, según la ONU.
El Observatorio añadió que hace unas semanas decenas de ciudadanos se concentraron también en la plaza Al Mashnaqa, en el centro de Al Sueida, para protestar también contra el deterioro de las condiciones de vida y la incapacidad del gobierno para proporcionar la necesidades básicas.
La última gran protesta fue en 2020 cuando las fuerzas de seguridad sirias arrestaron al menos a una decena de personas que participaron en las manifestaciones, que se repitieron durante más de una semana, según activistas.
EFE