Debate presidencial en Ecuador: Daniel Noboa y Luisa González presentarán sus propuestas en medio de una fuerte polarización

Debate presidencial en Ecuador: Daniel Noboa y Luisa González presentarán sus propuestas en medio de una fuerte polarización

Se espera un intercambio de ideas intenso, cargado de confrontación y de acusaciones. El presidente y la candidata correísta se medirán en el balotaje del próximo 13 de abril

El actual presidente Daniel NoboaEl actual presidente Daniel Noboa y la correísta Luisa González debaten este domingo

Este domingo 23 de marzo se celebrará el debate presidencialentreDaniel Noboa y Luisa González, obligatorio según lo dispuesto por la ley electoral ecuatoriana. Los candidatos no pueden excusarse o ausentarse. Si lo hicieran pueden ser descalificados de la competencia por el Consejo Nacional Electoral.

Este encuentro, transmitido en cadena nacional, será decisivo para los votantes antes del balotaje programado para el 13 de abril. Con cinco ejes temáticos —Educación, Salud y Seguridad Social, Criminalidad y Seguridad, Economía y Empleo, y Gobernabilidad— los candidatos tendrán dos horas para presentar sus propuestas y confrontar ideas.

Se espera un debate intenso, cargado de confrontación y de acusaciones

Seguramente González llevará un catálogo de acusaciones de corrupción sobre el manejo petrolero del país o sobre la vida personal del jefe de Estado. Posiblemente, Noboa conteste con los vínculos que tiene Luisa González y el correísmo con el gobierno dictatorial de Nicolás Maduro y con la amenaza de la desdolarización. Lo que suceda desde entonces es otro de los enigmas que se suman a este inédito balotaje presidencial.

Las elecciones presidenciales del 9 de febrero en Ecuador develaron un hecho inédito: los dos finalistas concentraron el 88% de los votos válidos totales. Mientras la experiencia electoral desde el retorno democrático en 1978 indica una concentración que bordea el 80% de los votos entre cuatro o cinco candidaturas, esta vez los electores prefirieron al actual presidente en funciones, Daniel Noboa, y a la opositora y correísta Luisa González que empataron estadísticamente con, aproximadamente, el 44% de los votos, con una ligera ventaja a favor de Noboa de 17 mil votos, o el 0,17%, en un país cuya población electoral bordea los 11,3 millones de votantes.

En esta situación inédita también se profundiza un fenómeno de gestación prolongada: la polarización electoral, social y territorial. Mientras todas las provincias situadas en la región andina, salvo Imbabura, y la mayoría de las provincias de la región de la cuenca amazónica, salvo Sucumbíos y Orellana, votaron por el candidato presidente Noboa, las restantes, todas de la región costera, una de la sierra y dos de la Amazonía, votaron por González, lo que ratifica el clivaje electoral y territorial entre el arco superior izquierdo que se forma en el territorio ecuatoriano y que rodea al núcleo andino y amazónico en las regiones central y sur del país.

Esta característica territorial también sugiere las tipologías electorales en disputa. Mientras las provincias más castigadas por la inseguridad votaron en contra de Noboa y favorecieron a González, las provincias en donde las condiciones colectivas de vida, la asociatividad agropecuaria y la influencia del indigenismo, votaron en contra de González y a favor de Noboa.

La única provincia de la región costera en la que triunfa Noboa es el archipiélago de las Galápagos, caracterizada por su ecosistema social de redes de apoyo. Al parecer, y paradigmáticamente, el voto de las provincias con mayor dinámica comercial por su cercanía al mar, y, por tanto, vinculado al voto liberal, prefirió a González, mientras que el voto socialdemócrata, por su inclinación por las políticas de inclusión económica, prefirió a Noboa. Sin embargo, en la práctica, González se presenta como la candidata del estado fuerte, mientras que Noboa se presenta como el candidato de los sectores productivos, lo que representa otro de los enigmas de la actual campaña electoral.

Noboa: el presidente más joven que propone la continuidad

Daniel Noboa es el presidente más joven en ser electo en la historia de Ecuador. Hasta es ascenso de Noboa el presidente ecuatoriano más joven era Jaime Roldós Aguilera que con 39 años se convirtió en el histórico presidente del retorno democrático en 1979.

Roldós falleció trágicamente tras el estrellamiento de la aeronave que lo movilizaba en el Cerro Huayrapungo, al extremo sur del Ecuador, un 24 de mayo de 1981. Noboa ascendió a la presidencia del Ecuador, un 23 de noviembre de 2023, con 37 años, y en un país en donde la edad promedio de los gobernantes bordea los 52. El presidente más longevo fue Sixto Durán Ballén que se posesionó con 71 años. Guillermo Lasso, presidente que transmitió el mando a Noboa se posesionó con 66 años, 30 años más que los que tenía Noboa cuando participaba para la Presidencia.

Este asunto de la edad no es un tema menor en un electoral compuesto aproximadamente por el 40% de jóvenes entre los 16 y los 29 años, consumidores de las redes sociales, habidos de formación técnica, tecnológica o universitaria, necesitados de un empleo e hijos de esta posmodernidad que relativiza las ideológicas políticas o la actualidad de las instituciones democráticas.

La gestión del presidente Noboa ha estado marcada por desafíos como la inseguridad, las recurrentes crisis carcelarias y la crisis energética, que entre los meses de septiembre y diciembre de 2024 dejaron a oscuras al país más de 14 horas por día.

En campaña Noboa ha apostado por un mensaje de estabilidad y continuidad, destacando logros económicos y propuestas para fortalecer la gobernabilidad y seguridad. Noboa ha captado el interés de los sectores productivos, especialmente afincados en las provincias en donde goza de mayor apoyo electoral, proyectando un liderazgo juvenil, moderno e inclusivo.

Noboa casi no ofrece entrevistas a los medios de comunicación y en lo poco que ha manifestado en sus intervenciones públicas prescinde de un el lenguaje confrontativo de los políticos tradicionales, marcando un estilo que llama la atención por su novedad. Sin embargo, ha sido criticado por la ineficacia de sus políticas de seguridad, especialmente en las provincias más castigadas por la inseguridad, el narcotráfico y las industrias de las economías criminales asociadas al secuestro, la extorsión, el asesinato a sueldo, entre otros. Los apagones energéticos también afectaron a su popularidad, aunque su intención de voto refleja ciertos niveles de estabilidad en un sector de la población.

González: La heredera del correísmo

Luisa González busca convertirse en la primera presidenta electa de Ecuador. Desde el retorno democrático Ecuador ha sido gobernado por 15 presidentes, ninguno de estos ha sido mujer. Salvo el fugaz periodo que Rosalía Arteaga sucedió a Abdalá Bucaram tras su destitución en febrero de 1997, pero que, sin embargo, no se posesionó, ni tomó control efectivo del poder. Nunca antes Ecuador ha sido gobernado por una mujer.

González es la carta de presentación del movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa, y su campaña ha enfatizado la recuperación del modelo correísta, con propuestas como restablecer ministerios clave para la seguridad y modernizar la policía con inteligencia artificial. También ha criticado duramente la gestión de Noboa por los apagones eléctricos y propone una transición hacia energías renovables, como hacia modelos de seguridad ciudadana integral.

En esta campaña González no se ha manifestado a favor del régimen dictatorial de Venezuela, bajo el dominio de Nicolás Maduro, pese a que Correa ha asegurado que lo reconocerán si vuelven al poder; ni ha entrado en detalles sobre el impulso que plantean algunas voces dentro de su organización política sobre incorporar un esquema de intercambio electrónico que flexibilice la dolarización.

Se trata de la candidata que, tras la salida de Correa del poder presidencial en 2017, ha conseguido mejores rendimientos electorales en comparación con su más reciente participación en la misma contienda. En 2023 obtuvo el 34% de los votos, 10 puntos por debajo en comparación con los actuales resultados. Aunque esta cifra fue ligeramente superior al 33% de los votos obtenidos en las presidenciales de 2021, en las que compitió Andrés Arauz por la Revolución Ciudadana, ocasión en la que resultó ganador Guillermo Lasso, presidente entre 2021 y 2023. Incluso esta cifra procede de la contienda en la cual resultó ganador Lenin Moreno, que en la primera vuelta electoral obtuvo el 39% de los votos.

El actual resultado que ratifica a González en el balotaje presidencial de 44% es solo comparable con el 57% de los votos que obtuvo Correa en las elecciones presidenciales de 2013, en el mejor momento de la Revolución Ciudadana, con precios del petróleo que bordearon los USD 90 y USD 100 debido a los impactos geopolíticos de los conflictos en Siria y Egipto.

González ha suavizado su imagen de mujer impenetrable y experimentada a una imagen de madre y amiga que conecta con los sectores populares. Su discurso se ha enfocado en la seguridad, reactivación económica y empleo, lo que ha logrado consolidar un apoyo electoral sólido en el voto fiel correísta y escalar 10 puntos más en los sectores insatisfechos con el gobierno del presidente Noboa. Sin embargo, este antecedente es precisamente el principal escollo de González en la Sierra y Amazonia, en donde hay un recuerdo desfavorable de persecución, intolerancia, corrupción y autoritarismo del gobierno del expresidente Correa, que persigue como sombra a González en su campaña.

Fuente: Infobae

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