La «traición» de DeAndre Jordan -como han llamado en Dallas a su desplante- se cocinó en apenas unas horas. Poco antes de estampar su firma de manera oficial como nuevo jugador de los Mavericks, el pívot expresó sus primeras dudas por el acuerdo alcanzado verbalmente días atrás, y bastó una reunión con Doc Rivers y alguno de sus compañeros en los Clippers para dar definitivamente marcha atrás.
«El hogar es donde está tu corazón», publicaba la franquicia de Los Ángeles poco después de medianoche, con una imagen de Jordan junto a la frase. El pívot acababa de dejar plantados a los Mavericks para quedarse en su equipo de la pasada temporada a razón de 84 millones de euros por 4 años. Más o menos, el mismo contrato que le habían ofrecido los Mavericks, la franquicia del estado donde nació. Su casa, como había señalado el jugador días atrás cuando anunció su compromiso con el equipo de Dallas.
La marcha atrás de DeAndre provocó una guerra de «emojis» en las redes sociales entre jugadores de los Mavericks y de los Clippers, de la que salieron victoriosos los segundos. Doc Rivers, Chris Paul, Redick… todos viajaron hasta Houston para convencer a su compañero, que finalmente se decantó por los Clippers y dejó en la cuneta el acuerdo sellado días antes.
Su traición ha asombrado en la NBA, donde hay pocos precedentes. El mercado de agentes libres se abre el 1 de julio, pero no es hasta una semana después aproximadamente (este año, el 9 de julio) cuando los equipos pueden firmar de manera oficial los contratos. Esa primera semana suele utilizarse para reuniones informales y hacer ofertas. Una semana de la que salen los acuerdos verbales que suelen ser inamovibles. De hecho, hay que mirar seis años atrás para encontrar un precedente similar. El de Hedo Turkoglu, que en 2009 había acordado un contrato con los Blazers que no firmó para irse a los Raptors.
El problema para los Mavericks es que, después del acuerdo que habían alcanzado con Jordan, habían dejado de lado otras negociaciones que ahora ya están fuera de su alcance en muchos casos. La traición de DeAndre le traerá cola durante la liga, sobre todo cuando visite a los Mavericks, que le esperarán en pie de guerra.
Fuente: ABC
