Un comerciante dedicado a la venta de ropa a crédito, fue acribillado a balazos por dos sicarios que además hirieron de un tiro en el rostro a su hija de apenas 7 años de edad, durante una carrera de caballos que efectuaban en La Fría, municipio García de Hevia.
El hecho tuvo lugar el domingo, poco antes de las 7:00 de la noche, cuando Carlos Briegel Cáceres Dávila, de 25 años, en compañía de su esposa y su pequeña hija, departían descuidadamente con otras personas, en la actividad ecuestre organizada este domingo en la calle principal del sector El Arrecostón, al lado de la pasarela.
Según testigos, al sitio llegaron dos sujetos en una motocicleta sin placas visibles, de la que bajaron, y armas en mano irrumpieron en el lugar. En ese momento, Cáceres Dávila se encontraba conversando con otro hombre, presumen que contra él iban dirigidos los primeros disparos que efectuaron los dos hombres, frente a gran cantidad de personas.
El hecho es que en el tiroteo, Cáceres Dávila fue herido, desplomándose pesadamente en el piso, y fue en ese momento cuando también recibió un tiro en el costado derecho de la cara, su pequeña hija, la cual estaba muy cerca de él. La esposa resultó ilesa cuando corrió a buscar refugio al notar que los hombres armados se acercaban amenazantes.
El desconocido que conversaba con el comerciante emprendió veloz huida; los criminales armados en vano lo persiguieron para matarlo. Al desistir de la persecución y regresar al lugar donde dejaron la motocicleta, notaron que el vendedor aún estaba vivo, y a mansalva lo remataron.
Según allegados a la víctima, entre 15 y 17 tiros recibió el joven comerciante, provocándole la muerte de manera instantánea, mientras los asesinos huyeron aprovechando el caos que su presencia causó en el lugar.
Rápidamente la niña fue auxiliada y trasladada a un centro asistencial cercano, de donde la remitieron al Hospital Central de San Cristóbal. Los médicos que la atendieron determinaron que la bala tuvo orificio de entrada pero no de salida; que el plomo había quedado incrustado al otro lado de la pared interna de la cara, que no salió.
Su estado, afortunadamente era estable hasta este lunes en la mañana, cuando esperaban por un cirujano maxilofacial, que la sometería a una intervención quirúrgica. Se dijo que la niña, la mayor de los tres hijos que dejó Cáceres Dávila, podía hablar y que lo único que hacía era preguntar por su padre.
Funcionarios de la subdelegación La Fría del Cicpc que estuvieron en la escena del crimen, se ocuparon de efectuar el levantamiento planimétrico así como del traslado del cadáver a la morgue del Hospital Central, y con testimonios de los testigos dieron inicio a las investigaciones.
Fuente: Noticia Al Día