Qué tan sostenible podrá ser el crecimiento de Estados Unidos
Analistas internacionales consultados por ‘The Financial Times’ están divididos frente a la recuperación de la economía global. No está claro si Europa logrará salir del hoyo en el que está.
El mundo le puede decir adiós a la mayoría de los horrores de los últimos seis años, les dicen a los líderes del mundo aquellos expertos que asisten al Foro Económico Mundial de esta semana. Pero muchos añadirán que la recuperación amenaza con ser desigual y que puede ocultar fragilidades de largo plazo que amenazan la durabilidad y la aceptación política de cualquier avance.
Adam Posen, director del Instituto Peterson para la Economía Internacional, confía en que las economías que vemos sobrellevar dificultades, como las de Brasil, Francia, India e Italia, no van a regresar a una crisis.
“Estamos lejos de los shocks transfronterizos o el daño a largo plazo que afecte los balances de los hogares, como en la etapa entre 2008 y 2011”, dijo. Añadió que en esto influye el fuerte crecimiento de Estados Unidos, China, Japón, Alemania y el Reino Unido, que representan mucho más de la mitad de la producción mundial y que son países que “están en camino de crecimiento sostenible y han mejorado sus balances fiscales”.
Otros son tan sólo un poco más cautos. El profesor Edmund Phelps, de la Universidad de Columbia y quien es uno de los economistas ganadores del Premio Nobel que asisten a Davos, dijo que el pronóstico era “bueno pero no fantástico”; mientras que el profesor Chris Pissarides, del London School of Economics, dijo que fuera de la Eurozona tenía confianza en que “los países pueden soportar el inicio de la normalización de la política económica”.
A diferencia de José Manuel Barroso, el presidente de la Comisión Europea, muchos de los economistas que contactó el Financial Times no estaban convencidos de que el bloque finalmente había logrado dejar su peor etapa atrás a partir de 2014. “Las deudas de Europa aún son insostenibles”, dijo el profesor Barry Eichengreen, de la Universidad de California en Berkeley.
“Su sistema bancario aún está roto. Sus políticas siguen siendo disfuncionales. La luz al final del túnel para Europa parece más un tren que se aproxima a ella”.
También hay preocupación porque el panorama a largo plazo empeora por la desaceleración en la innovación y por la desmejora en aumentar la eficiencia en el uso del capital y del trabajo, como resaltó la investigación publicada la semana pasada por el centro de pensamiento Conference Board.
El tema aún divide a los economistas. Muchos están preocupados porque la crisis ha afectado el potencial de muchas economías para crecer tan velozmente como en el pasado.
El exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Lawrence Summers, está seguro de que “se ha reducido el potencial para la producción y para el crecimiento”. Añadió que “ha habido una reducción sustancial en la fuerza laboral que comienza a parecer irreversible. Y también se ha dado una sustancial pérdida de la inversión de capital y un aumento en la aversión corporativa hacia el riesgo”.
Adicionalmente, muchos expertos económicos piensan que los gobiernos han contribuido a los retos tecnológicos que enfrentan los países, al invertir muy poco en infraestructura y en talentos durante los últimos cinco años.
Gus O’Donnell, presidente de Frontier Economics, una consultora, dijo que “uno de los errores más grandes que han cometido algunos gobiernos al implementar la austeridad ha sido reducir la inversión pública y el mantenimiento”.
Lo que es peor, añadió, la crisis ha creado una resistencia hacia los inmigrantes en muchos países. “Si se ponen controles efectivos, veremos una reducción permanente en el potencial de crecimiento a largo plazo”.
Sin embargo, a pesar de la diferencia en las opiniones, los expertos en Davos compartían un mensaje claro: el aumento en la desigualdad dentro de los países amenaza con deshacer la recuperación económica y se debe ver que el crecimiento está siendo compartido de forma amplia