Excéntrico, ecléctico y amante del cambio. Estos adjetivos se quedan cortos para describir la imagen y puesta en escena de David Bowie. El inglés siempre lidiaba con la frontera entre la innovación y la provocación, convirtiendo sus shows en una experiencia que iba mucho más allá de las propias canciones. Haciendo uso de sus técnicas teatrales y colaborando con diseñadores de moda de la talla de Kansai Yamamoto, Bowie desarrolló, a lo largo de su carrera, diferentes alter egos con los que interpretaba sus canciones. Un personaje, una historia, un refugio.
Major Tom (1969)
Si bien no es considerado un alter ego como tal, sí fue la primera vez que Bowie encarnó un personaje ficticio durante las actuaciones para acompañar uno de sus temas más emblemáticos: Space Oddity. Se trataba del comandante Major Tom, el astronauta protagonista de esta canción y que irá apareciendo en futuros temas de Bowie a lo largo de su carrera: Ashes to Ashes; Hallo Spaceboy; Blackstar.
Ziggy Stardust (1972)
El más rompedor y recordado. Bowie se transformó en Ziggy Stardust, una andrógina estrella del rock de imagen extraterrestre que se presentaba a la Tierra revelando sus habitantes que sólo quedan cinco años para que su planeta desaparezca, tras lo que decide convertirse en un ‘mesías’ para salvarlo de la destrucción. Finalmente termina por abandonar sus objetivos y siendo víctima de su propio éxito.
Ziggy utilizó las técnicas de actor y mimo que años atrás había aprendido de mimo Lindsay Kemp para dotar de una mayor teatralidad y su puesta en escena. A la vez, empezó su colaboración con el diseñador japonés Kansai Yamamoto, quien confeccionará los trajes más emblemáticos del artista inglés a lo largo de su carrera. El momento más destacado de Ziggy Stardust fue su actuación en el Top of the Pops de la BBC intepretando su hit “Starman”.
Aladdin Sane (1973)
Aladdin Sane jugaba con las palabras “A lad insane” (un tipo loco). Era la evolución de Ziggy Stardust, el andrógino extraterrestre que venía a la Tierra para salvarla de la destrucción. Seguía con la imagen excéntrica, con el pelo rojo y los trajes ajustados. Aun así, la imagen más recordada será la famosa portada del disco con el mismo nombre (Aladdin Sane), en la que aparece el rostro de Bowie con un rayo rojo y azul diseñado por el ya desaparecido Brian Duffy.
The Thin White Duke (1976)
Aunque su aparición no llegará hasta la gira de Young Americans, el Duque Blanco nació con Station to Station, el décimo álbum de estudio y el primero grabado durante la época en que Bowie residió en Estados Unidos. The Thin White Duke parecía el alter ego más corriente: un vestido elegante estilo cabaret con camisa blanca y pantalones negros daban vida a un David Bowie adicto a la cocaína. Y, precisamente por su adicción, el personaje acabó transformándose en un ser vacío, excéntrico, amoral y, como dijo Bowie en una ocasión, “un personaje sin duda desagradable, un ogro para mí”. Finalmente, Bowie abandonó el personaje cuando empezó a recibir críticas que lo relacionaban con el fascismo.
Como dato curioso este alter ego puede haber sido la principal inspiración para crear a un personaje del popular manga Jojo’s Bizarre Adventure: el villano Kira.
Por Confirmado: Gabriella Garcés