Números y estadísticas. Datos duros para hablar del erotismo, del sexo y del placer. Con la ayuda de mapas, y tras 18 meses de intenso trabajo, un grupo de investigadores franceses terminó esta obra que muestra –con lujo de detalles- los comportamientos y consumos sexuales alrededor del mundo. Con datos graciosos (y otros terribles), este atlas abre un panorama que abarca desde la frecuencia amatoria hasta el consumo de pornografía.
“La sexualidad está en todos lados en nuestras ciudades, en los muros y en las pantallas”, afirma Nadine Cattan, directora del Instituto Nacional Francés de Investigación. “Quisimos extender nuestro estudio al mundo entero para intentar verlo un poco más claro”, agregó.
Los números del sexo
-Los países más (y menos) hot. En Grecia, Polonia o Brasil, alrededor del 80% de la población piensa que el sexo es importante. Japón y Tailandia representan el otro lado: sólo el 38% lo estima así.
-La ciudad con más infieles. París, para muchos la ciudad más bella y acogedora del mundo, gana esta categoría y con mucha ventaja. Y el trabajo ahonda en los motivos: la mitad de los infieles tiene un nivel de educación superior, y el 22% trabaja en el sector bancario, las finanzas o las aseguradoras. En su mayoría los infieles son motivados por la necesidad de experimentar el poder de seducción.
-Fanáticos de los juguetes. Los sex shop nórdicos, de parabienes. Los noruegos y los suecos son los más aficionados a utilizar vibradores y accesorios en sus encuentros eróticos. En la lista los siguen los ingleses. Más pasionales pero menos creativos, los países del sur de Europa miran con desdén estos implementos y no se ven tan interesados en incluirlos en sus camas.
-El lado oscuro. Al referirse a costumbres sexuales en todas sus dimensiones, el atlas también aborda aquel costado violento y delictivo del sexo que a nadie le gusta mostrar. De la guerra fría al porno: el 98% del material de este tipo se produce en Estados Unidos y Rusia. // IPP
Fuente: ETM