Durante la tercera semana de mayo, el mercado de valores revirtió su tendencia alcista de las últimas semanas acompañada también de menos liquidez. El índice general de la Bolsa de Valores de Caracas (IBC) disminuyó 4,06%, luego de haber crecido 2,35% la semana previa. Por su parte, los índices financiero e industrial presentaron variaciones de -3,65% y -5,30% respectivamente, también inferiores a las de la semana anterior.
En el mercado cambiario, contrario a las últimas semanas, la tasa de cambio oficial aumentó en mayor proporción a los índices del mercado de valores. Se observó una depreciación de la tasa oficial (+2.21%) inferior a la paralela (+1.91%), disminuyendo la brecha cambiaria de 5.33% a 5.02%.
De esta forma, el IBC expresado en dólares disminuyó 6,14% retrocediendo así al nivel de finales de abril. Esta ha sido la contracción semanal más grande en el año del IBC respecto del dólar, excluyendo la ocurrida en la primera semana de 2023 donde el IBC en dólares disminuyó 11%.
Renta Variable
La tendencia bajista de la semana no fue una general observada en todas las acciones. En el periodo, 19 acciones disminuyeron de precio y otras 7 permanecieron estables, mientras que solo 7 cerraron al alza. El peor desempeño lo tuvo la acción de Bancaribe (ABC.A: -14%) y el mejor en mercado regular lo tuvo Cerámicas Carabobo (CCR: +57.9%).
Las demás ganadoras de la semana fueron Inversiones Crecepymes (ICP.B: +37,5%) y Sivensa (SVS +28,6%) y Corporación Grupo Químico (CGQ: +19%. No obstante, los volúmenes asociados a algunos de estos grandes rendimientos fueron, como es de esperarse, muy bajos. En la semana se negociaron el equivalente a 31 dólares en acciones de Inversiones Crecepymes, USD 45 en SVS y USD 18 en CGQ.
Por otro lado, las perdedoras de la semana, además de Bancaribe, fueron Ron Santa Teresa (RST y RST.B: -13,5%), PIVCA (PIV.B: -13,6%) y la Bolsa de Valores de Caracas (BVCC: -11,9%).
Durante la semana, el monto negociado en renta variable disminuyó a USD 89 mil, luego de haberse negociado 2.160 millones de dólares en la semana anterior. Hay que destacar que el volumen de esta semana estuvo mucho menos concentrado que en las anteriores. Por ejemplo, durante la semana anterior 97% del monto negociado correspondió a operaciones de BNC. En contraste, durante esta semana la acción que negoció mayor volumen acumuló solo 33% del total negociado (EFE).
Al descontar las operaciones de BNC de la semana anterior (USD 2,07 millones), el total negociado en renta variable se reduce a 90 mil dólares. Por tanto, la liquidez real (sin grandes operaciones) se mantuvo en el mismo orden durante la tercera semana de mayo. En promedio se negociaron 17 mil dólares diarios en las últimas dos semanas.
El título que acumuló mayor volumen negociado en la semana fue, como se había mencionado, Productos EFE (EFE), con 29 mil de dólares, o 33% del volumen de renta variable. Fue seguido por Fondo de Valores Inmobiliarios “B” (FVI.B) con USD 25 mil, y Bolsa de Valores de Caracas (BVCC) con USD 5.746 mil.
Renta fija
El volumen negociado en renta fija disminuyó 46% respecto de la semana anterior, al pasar de 519 a 278 mil dólares en la semana. Del total negociado el 92% del volumen se debió a colocaciones primarias, donde 53% de los bonos colocados fueron expresados en moneda extranjera, un equivalente a 135 mil de dólares, más de diez veces más de lo colocado la semana anterior. Por su parte, las colocaciones en moneda nacional fueron las más bajas de las últimas 6 semanas. La profundidad de renta fija se ha venido reduciendo desde hace 3 semanas regresando al nivel de las primeras semanas del año.
Ante una menor profundidad ¿qué ha sucedido con los rendimientos? Al observar los bonos colocados en moneda nacional destaca que no han variado significativamente sus rendimientos al vencimiento nominales en bolívares (yield to maturity) desde mediados del año pasado.
La mayoría de los papeles comerciales colocados entre noviembre y enero tenían tasas de rendimiento iguales a los colocados en marzo y abril (60% y 70%).
Sin embargo, el mercado cambiario no ha tenido el mismo comportamiento homogéneo de las tasas de los papeles comerciales en todo ese tiempo. Desde mediados de febrero, cuando se empezó a estabilizar la tasa de cambio como parte de la política monetaria, los plazos de los papeles comerciales empezaron a disminuir. Desde mediados de febrero la mayoría de las colocaciones han sido de 120 días y se han hecho ausentes los plazos de 180 días.
Con menores plazos, los mismos rendimientos y mayor estabilidad cambiaria, se podría esperar que los rendimientos reales de muchos de los papeles comerciales emitidos entre enero y febrero sean muy elevados. Entre mediados de febrero y el fin de la tercera semana de mayo el tipo de cambio oficial a aumentado 10%. Una tasa que en 100 días paga 10%, equivale a 35% anualizada, mucho menor a las tasas anuales de 70% ofrecidas en el mercado hace los mismos 100 días.
De esta forma, las empresas que emitieron deuda en bolívares que está próxima a vencer y no tenían prevista la estabilidad cambiaria pueden estar pagando hasta 25% de intereses ajustados por el tipo de cambio, mucho superiores a las tasas ofrecidas en papeles indexados que no superan el 15%.
A continuación, se presenta el comportamiento de estos rendimientos al vencimiento ajustados por la devaluación de papeles que ya vencieron y de algunos próximos a vencer. Todos aquellos emitidos desde julio hasta diciembre pagaron tasas reales negativas que alcanzaron hasta 70%. Pero los papeles emitidos en enero que ya vencieron pagaron casi a la par de la magnitud de la devaluación.
Las empresas que emitieron en febrero y ya vencieron (papeles de 90 días) llegaron a tener un rendimiento real de casi 20% anual. Los próximos a vencer que fueron emitidos en febrero y marzo todavía tienen más de un mes de vigencia, y si el cambio se mantiene en el mismo nivel pueden llegar a rendir hasta 35%-40%.
Esto demuestra que la existencia de tasas fijas en bolívares es muy sensible a las variaciones en la tasa de cambio. También refleja la importancia de las estimaciones internas de las empresas respecto a la dirección de la política cambiaria. Endeudamiento en moneda nacional a tasas de 70% pudieron significar en un entorno ganancias para las tesorerías, pero en otros entornos unos gastos financieros muy elevados.
La disminución de los plazos y de los montos colocados puede reflejar esa incertidumbre sobre el futuro de la política cambiaria, además de la disminución en la actividad económica del primer semestre, comentada ya por varios economistas.
El Nacional