El sociólogo especializado en opinión pública y director de Datanálisis, José Antonio Gil Yépes, opina que hay un viraje a medias hacia la recuperación de la economía en Venezuela, basada en una diversificación de las fuentes fiscales entre otros elementos.
Considera que hay algunas medidas inconvenientes como el encaje legal elevado que, se utiliza para restringir liquidez y reducir la inflación, pero que perjudica la capacidad de crecer de la industria nacional.
Gil Yépez aclara que, aunque haya bajado la inflación, ésta se mantiene por encima del 600%. «Con eso no puedes pedir prestado ni tener ahorro en bolívares, por eso la dolarización sigue avanzando y al gobierno no le queda otra alternativa, porque los billetes nunca van a alcanzar», explica.
Tendría que haber mucha producción y no solo de petróleo en Venezuela para que hay un crecimiento robusto de la economía venezolana, señala el analista. Sin embargo, advierte que el papel en el mundo de Venezuela como exportador de crudo, ya es parte del pasado.
«Venezuela no va a recuperar ese papel, la buena noticia es que dejó de ser rentista», destaca.
Lamenta a su vez que, el gobierno nacional siga quemando reservas para mantener el precio de la divisa a raya. «En lugar de estar en 5 bolívares, debería estar entre 10 o 12 bolívares, para mantener un equilibrio e incentivar la inversión industrial»
«Se abarata la importación pero se limita artificialmente la producción y el empleo nacional, tenemos un presidente obrero que conspira contra la producción y el empleo nacional», sentenció el director de Datanálisis.
Por otra parte, destaca la «tremenda labor» que viene haciendo Bancoex, para diversificar las exportaciones privadas en Venezuela, con créditos blandos y asesorías.
Gil Yépez indica que la recuperación hasta ahora ha sido fundamentalmente en cuanto a alimentos y medicinas y muy recientemente la construcción, también hay inversiones en el campo en algunos rubros y algunas sustituciones de importaciones.
Sin embargo, señala que lo más importante ahora «es acercarnos a la paridad cambiaria, es decir a 8,10 o 12 bolívares por dólar y no quemar divisas y tratar de mantener a 5 bolívares el dólar, aunque lo vean como una medida antiinflacionaria, así como el encaje legal, que restringe el crédito, produciendo hambre al pueblo porque estás evitando que haya empleos», remarca.
«La producción de alimentos no puede existir sino hay crédito bancario. Los mismos ingresos fiscales se ven afectados por la sobrevaluación del bolívar»
Fuente: Globovision