Ingredientes:
150 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
190 g de azúcar
1/2 cucharadita jengibre fresco rayado
2 huevos M a temperatura ambiente
2 cucharadas grandotas de cacao en polvo sin azúcar
1 cucharadita de jengibre en polvo
1/2 cucharadita de canela en polvo
190 gr de harina de repostería
1 cucharada de levadura
80 ml de leche
Preparación:
Primero precalentamos el horno a 180ºC y preparamos el molde con las cápsulas.
Si utilizas thermomix, haz todos los pasos en velocidad 4, sin tiempo ni temperatura.
A continuación mezclamos el azúcar con la mantequilla y la ralladura de jengibre, hasta que la mezcla quedé integrada y cremosa.
Añadimos un huevo y una vez esté integrado el siguiente.
En un bol a parte añadimos la harina, el cacao y la levadura, la canela y el jengibre en polvo tamizados.
Añadimos a la mantequilla la mitad de la mezcla de harina y batimos, a continuación la mitad de la leche y volvemos a batir. Cuando se integre, añadimos el resto de la harina y después, el resto de la leche.
Repartimos la mezcla entre las cápsulas, sin sobrepasar 2/3 de su capacidad. Horneamos durante 20-22 minutos (el horno sin aire y por arriba y abajo con la rejilla centrada). Para comprobar que esta bien horneado, pinchar con un palillo y comprobar que sale limpio.
Mientras dejamos enfriar los cupcakes, preparamos el frosting de queso. Para ello, utilicé la receta de los brown Velvet:
Ingredientes:
300 g de azúcar glass
125 g de queso crema
60 g de mantequilla
Preparación:
Batir la mantequilla con el azúcar glass hasta que la mezcla quedé cremosa. Si usas thermomix, a velocidad 4. Luego añadir el queso crema, recién sacado de la nevera, y batir, el mínimo tiempo posible y a velocidad baja, hasta que quedé cremoso. Decorar rápido ya que la este frosting se derrite facilmente.
Para decorarlos utilicé dos boquillas, la 1A que me encantó el efecto “cagarruta”:
Cupcakes y tartas