El científico Jason Castro, de la Universidad Bates, estudió un atlas de olores que recaba 144 tipos, de los cuales diferentes personas hicieron descripciones, como por ejemplo dulce, pesado o floral. A través de un proceso matemático con estadísticas, redujo la información dejando solamente aquellos términos que fueron usados con más frecuencia y manera útil.
Castro y su grupo de investigadores llegaron a la conclusión de que existen 10 tipos de olores: fragante, leñoso/resinoso, frutal (no cítrico), químico, mentolado, dulce, popcorn, limón, picante y viejo.
El proceso matemático es denominado Factorización de Matrices No Negativa, y sirve para realizar una reducción dimensional, reduciendo la base de datos a sus partes constitutivas. Este sistema se utiliza para muchas cosas, incluido el procesamiento de imágenes y vídeos.
Según Castro, cada uno de estos olores está determinado por una sustancia química diferente que provoca la diferenciación de aromas. En el futuro, pretende identificar estas sustancias, y predecir que olor tendrá un componente. Es extremadamente útil para las industrias de perfumes, quienes podrán fabricar sus productos sabiendo de antemano que químicos precisan.
Es interesante como los 10 tipos de olores identificados tienen que ver con elementos cotidianos, como el limón o la menta, asociándolos con diferentes aromas desconocidos. A través de este descubrimiento será más fácil clasificarlos, igual que se hace con el gusto, el oído, la vista y el tacto.
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