¿Cuánto mide tu inteligencia sexual?

¿Cuánto mide tu inteligencia sexual?

 

¿De qué tamaño es la tuya o la de tu pareja o de aquella persona que te gusta? ¡Sí, claro, tu inteligencia sexual! Para tener mejor sexo y vivir una sexualidad plena, según expertos, además de considerar el aspecto físico y el coeficiente intelectual, hay que tomar en cuenta el coeficiente sexual para disfrutar y mejorar tu calidad de vida y salud.

 

¿Qué es la inteligencia sexual?

Los psicólogos Sheree Conrad y Michael Milburn, profesores e investigadores de la Universidadde Massachussets, Estados Unidos, introdujeron en 2002 el concepto inteligencia sexual, que significa la necesidad de reconocer y aceptar qué es lo que a cada quien y a su pareja satisface sexualmente, además de todos los factores biológicos que interactúan en el acto sexual.

 

Luego de estudiar a 500 personas, desde adolescentes hasta jubilados, mediante un test que permite concretar el coeficiente sexual y a su vez mostrar hasta qué punto una persona está contenta con su vida sexual, plasmaron sus conclusiones en el libro Inteligencia Sexual

 

De esta forma Conrad y Milburn destacan en su estudio que existen 3 claves o pilares fundamentales sobre las que se basa el desarrollo de la inteligencia sexual:

 

Adquirir conocimientos precisos para obtener mayor satisfacción sexual recíproca. Es decir, basar las decisiones y la conducta sexual en información científica y precisa de la sexualidad humana, pues a través de una adecuada educación sexual es posible detectar y combatir algunos mitos y tabúes eróticos tan arraigados en la sociedad que llegan a impedir una plena satisfacción sexual.

 

Conciencia del Yo Sexual Secreto, que consiste en descubrir nuestro propio sexo, averiguar qué nos atrae y excita, así como nuestras preferencias y lo que nos es difícil expresar en el ámbito erótico. De esta forma se puede ser capaz de identificar cuando los deseos sexuales están sustituyendo a carencias emocionales que no son sexuales, como falta de autoestima, seguridad, poder o simplemente tener sexo por soledad.

 

Hablar de sexo con la pareja y comprender su Yo erótico, que implica ser sinceros con nosotros mismos y con la pareja sobre quiénes somos sexualmente, pues para adquirir una buena habilidad y dominio de la sexualidad, tanto en pareja como consigo mismo, hay que abrirse a los demás.

 

¿Cómo es posible medir el coeficiente erótico?

Mediante cuestionario diseñado en 2004 por Carmita Abdo, sexóloga brasileña, se puede medir y obtener diagnóstico del coeficiente sexual o erótico, que consiste de 10 preguntas sobre el ciclo sexual completo. De esta manera, se puede conocer el tipo de calidad erótica de la persona (ardiente, calurosa, tibia, desilusionante y frustrante) dependiendo del nivel de inteligencia sexual que posea.

 

¿Quieres saber qué tan sexualmente inteligente eres?

Si bien para Conrad y Milburn la inteligencia sexual es parte importante de la capacidad intelectual, la cual no está predeterminada y depende de habilidades que las personas pueden adquirir, desarrollar y dominar con el tiempo, te presentamos los siguientes tips para mejorar tu coeficiente erótico:

 

Valora y elige a tu pareja por su personalidad y sentimientos no sólo por su aspecto físico, pues la satisfacción sexual comprende otros aspectos, por ejemplo conocerse como pareja, no tener prejuicios o barreras, entre otros.

 

Infórmate, lee libros, acércate a fuentes serias, incluso puedes consultar y resolver tus dudas con especialistas.

 

Deshazte de mitos y tabúes que pueden ser obstáculo para tu sexualidad.

 

Explora y conoce tu cuerpo, así podrás identificar tus respuestas a juegos eróticos y sexuales.

 

Mantén comunicación abierta con tu pareja sobre sexo así como de aquello que les gusta y hace disfrutar más.

 

Trabaja en mejorar aquellos aspectos de tu forma de ser y de tu cuerpo para estar más preparado y dispuesto en la intimidad, a fin de obtener mayor satisfacción sexual.

 

Ser más inteligente sexualmente mejorará tu vida y salud al permitirte disfrutar de mejores encuentros íntimos, con menos limitaciones al estar informado, con menor estrés y más comunicación con tu pareja.

 

 

 

Fuente: saludymedicinas.com.mx

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