¿Cuáles son las lesiones más comunes al correr?

¿Cuáles son las lesiones más comunes al correr?

Las lesiones más corrientes ocasionadas al correr son debidas al entrenamiento excesivo, a un calzado inadaptado, o a un defecto en la estructura biomecánica del cuerpo y del movimiento. La buena noticia es que muchas de estas lesiones pueden evitarse durante el entrenamiento. Veamos las etapas que se deben seguir a la hora de ponerse a correr.

 

#1 Ir muy rápido

 

Muchas lesiones al correr son el resultado de un sobreentrenamiento: demasiada intensidad, demasiados kilómetros, demasiado pronto. Es importante ir con suavidad cuando se sume en el número de kilómetros o en la intensidad. No se debería aumentar el kilometraje semanal en más de un 10%. Siempre se puede ir más lejos, pero de forma progresiva y con paciencia.

 

Construyendo lentamente el entrenamiento se pueden evitar dolores y frustración, y conseguir alcanzar los objetivos marcados. Conviene que sea el calendario y el sentido común los que determinen la manera de entrenarse.

 

#2 Cuidar los pies

 

Conviene estar seguros de que el calzado que se usa para correr no está usado y que se utiliza el modelo correcto para los pies y el estilo de carrera. El calzado malo puede agravar los problemas existentes, lo que provoca dolores en los pies, en las piernas, en las rodillas y en las caderas. Llevar un calzado que ha perdido su amortiguación puede conducir a una lesión.

 

Conviene acudir a una tienda especializada para informarnos del modelo correcto para correr, y reemplazarlo cada 500 a 600 kilómetros. Si se sufre por culpa de un problema biomecánico en los pies, posiblemente se deban utilizar plantillas específicas.

 

#3 El terreno adecuado para correr

 

Una vez que se tiene el zapato correcto para correr, conviene saber que se realiza el ejercicio sobre la superficie adecuada. Idealmente, se debe tener un suelo que absorba los golpes, sin que este pase a lo largo de las piernas. Se debe evitar el cemento, ya que es 10 veces más duro que el asfalto. Lo ideal es encontrar pistas de hierba o de tierra. La consistencia es importante también, porque un cambio repentino de una nueva superficie puede provocar lesiones. También se deben evitar las curvas cerradas.

 

#4 Mantener el equilibrio

 

Las lesiones pueden surgir a veces cuando se presta demasiada atención a los músculos y se olvida el resto. Por ejemplo, las lesiones de la rodilla se producen en muchos casos porque la carrera refuerza la parte trasera de las piernas por encima de la parte delantera. Los cuádriceps son relativamente débiles y no pueden sostener la rótula, que se desplaza en la ranura apropiada, lo que provoca dolor. Sin embargo, una vez que se han reforzado los cuádriceps, el dolor desaparece.

 

 

 

 

Fuente: IMujer

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