Por extraño que parezca, la ciencia tiene todavía muchos interrogantes sobre la verdadera naturaleza y función del sueño. Lo que sí se sabe es que mientras dormimos se producen una serie de cambios que, a su vez, dan origen a diferentes fases del sueño.
Las fases del sueño son lapsos en los cuales se producen cambios, mientras estamos dormidos. Muchas personas creen que al dormir quedamos sumidos en una inactividad similar a un letargo. Esto no es así. Durante el sueño tienen lugar diferentes procesos, que son los que configuran cada etapa.
La presencia de las diferentes fases del sueño se puede evidenciar mediante pruebas médicas como el electroencefalograma, el electromiograma y el electrooculograma. A través de estos se pueden observar los cambios en la conductividad eléctrica de la piel, el ritmo respiratorio y la frecuencia cardíaca, en cada fase.
Hay personas que al dormir no logran pasar por todas las fases del sueño y por eso despiertan con cansancio y se sienten somnolientas durante el día. Esto da origen a diferentes problemas. Completar los ciclos del sueño es fundamental para mantener el equilibrio psíquico y físico de las personas.
Aspectos generales sobre las fases del sueño
El sueño es un proceso que no se desarrolla en forma lineal, sino cíclica. Dicho en otras palabras, hay varias fases del sueño que se suceden la una a la otra, de forma secuencial. Comienza con un estado que es apenas de adormecimiento, hasta llegar al sueño más profundo. Luego se vuelve al punto inicial y el ciclo se repite.
Cada ciclo completo del sueño tiene una duración de entre 90 y 100 minutos en la mayoría de las personas. Por lo general, tenemos entre cuatro y seis ciclos durante el lapso normal de descanso en una noche. El orden en que se presentan las diferentes fases del sueño es siempre el mismo.
En principio, el sueño se divide en dos grandes etapas. La primera de ellas se llama fase del sueño lento, o fase No REM; y fase del sueño rápido, o fase REM. La palabra REM hace referencia a una sigla en inglés: Rapid Eye Movements o movimientos oculares rápidos.
Las fases del sueño lento
A la fase No REM se le llama de sueño lento, porque corresponde a la etapa en la cual el cerebro presenta ondas lentas. Representa la etapa de transición entre el estado de vigilia y el del sueño. Lo que predomina es un estado de sueño ligero, con respiración atenuada.
Durante esta etapa no estamos propiamente dormidos, sino en un estado de ensoñación. Escuchamos los sonidos del medio ambiente todavía y estamos solo parcialmente desconectados de lo que ocurre alrededor. Esta fase dura en total unos 15 minutos, a partir del momento en que cerramos los ojos. Sin embargo, solo tenemos unos cinco minutos de sueño real.
El sueño lento, o fase No REM, se divide en cuatro fases del sueño, cada una de ellas con características propias. Dichas fases son:
Fase I o Adormecimiento. Dura unos 10 minutos. El tono muscular disminuye y los movimientos oculares se vuelven lentos. En algunos casos, al comienzo y al final de esta fase hay alucinaciones. Corresponde al 5 % del total del sueño.
Fase II o Sueño ligero. Se activan los mecanismos para impedir el despertar. Disminuye el ritmo cardíaco y respiratorio. Desaparecen los movimientos oculares y el sueño comienza a ser reparador, aunque no totalmente. Esta etapa corresponde al 50 % del sueño, aproximadamente.
Fase III o Transición hacia el sueño profundo. Es la más corta de todas las fases del sueño, pues dura entre dos y tres minutos. Se incrementa el bloqueo sensorial y el sueño se torna más profundo. Si despertamos, experimentamos confusión. En esta etapa no se sueña.
Fase IV o Sueño delta. Es una etapa que dura unos 20 minutos y rara vez una persona se despierta en esta fase. No hay sueños, pero sí implica un descanso reparador, que resulta fundamental para el cuerpo y la mente.
La fase REM
La segunda de las dos grandes fases del sueño es la llamada REM, o de movimientos oculares rápidos. En esta etapa el cerebro está bastante activo, pero simultáneamente se bloquean todas las neuronas motrices, de modo que no podemos movernos mientras pasamos por esta etapa.
A esta fase también se le conoce como “sueño paradójico”, precisamente porque presenta ese contraste entre una relajación total de los músculos, característica del descanso, y una importante activación del cerebro, que es característica del estado de vigilia.
Esta es también la etapa en donde soñamos y las imágenes oníricas se perciben como si fueran reales. Si alguien se despierta en esta fase, recordará claramente lo que estaba soñando. Al menos eso es lo que ocurre en el 80 % de las personas. Si una persona pudiera moverse durante esta etapa, quizás materializaría en actos lo que está soñando.
La fase REM se presenta distintas veces durante el sueño y tiene una duración variable. La primera vez que se presenta dura unos 10 minutos y la última vez, entre 30 y 40 minutos, en un sueño de ocho horas. Comienza con respiración rápida e irregular para luego pasar a un estado de sueño profundo.
Con información de Mejor con Salud.