Según un estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Economía de Londres, ser feliz depende de la salud mental y del estado civil. El equipo también descubrió que el dinero y la riqueza material tienen muy poco impacto en nuestros niveles de felicidad, y piden “un nuevo enfoque para la política pública: no crear ‘riqueza’ sino crear ‘bienestar’”.
En su informe, los autores obtuvieron datos de encuestas de Australia, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos, teniendo a su disposición más de 200.000 personas a las que les preguntaron sobre los elementos que más afectaban a su felicidad.
Descubrieron que la salud mental es la más influyente, con la depresión y la ansiedad siendo la responsables de alrededor del 20% de la variación en la satisfacción con la vida. Tener una pareja también tiene un impacto considerable, y los ingresos económicos sólo influyen, según los datos, en un 2% de la variedad de felicidad.
Los investigadores creen que, con la abolición de la depresión y la ansiedad, se obtendrían resultados cuatro veces mejores con las personas en miseria. Obviamente, la eliminación de estos trastornos no es posible en la actualidad, aunque los autores encontraron que el tratamiento de la depresión y la ansiedad cuesta 18 veces menos que sacar a la gente de la línea de pobreza, y por lo tanto puede proporcionar una estrategia rentable para la reducción de la pobreza.
Los resultados completos de este estudio se presentarán a finales de este mes en una conferencia que los autores esperan que “sea el comienzo de una nueva revolución, en donde la formulación de políticas influyan en lo que realmente importa: la felicidad de las personas”.
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Por Confirmado: Teresa Campos