En la última década el desempeño de la economía venezolana ha estado ligado al comportamiento del precio del petróleo. El acelerado avance del Producto Interno Bruto (PIB) entre el 2003 y el 2008 se vio cortado en el 2009 tras el desplome en la cotización de los hidrocarburos, que llevó a Venezuela a dos años de recesión.
Pero el petróleo volvió a la senda del crecimiento, y con ello repuntó el PIB nacional, hasta cerrar el año pasado en su mayor nivel histórico.
Este año la historia inicia distinta. En 2012 la cesta petrolera venezolana cerró con un récord histórico de 103,42 dólares por barril, y tuvo un fuerte inicio de año con un cierre de 111,99 dólares para el primer trimestre. Este valor se debilitó hacia mediados de año y se estabilizó en los últimos trimestres.
La incertidumbre que existía sobre el desenvolvimiento de Europa, la ralentización de China y el lento crecimiento fueron los elementos que desinflaron ligeramente los precios del crudo hacia la segunda mitad del año.
Estos elementos permanecen en el escenario mundial, y con ello las amenazas para los precios del petróleo. Bajo este contexto, la cesta venezolana (a la falta de los resultados de la semana pasada) promedió en el primer trimestre 103,77 dólares por barril.
Frente al año pasado el retroceso es de 7,3% o 8,22 dólares por barril. Aunque todavía quedan nueve meses por delante, si los precios se debilitan hacia mediados del 2013 las consecuencias sobre las arcas oficiales se harán sentir, más aún en el escenario actual de escasez de divisas.
Un sondeo realizado por la agencia Reuters la semana pasada indicó que la perspectiva para lo que resta de año es una demanda más débil, por lo cual se espera que el crudo Brent del Mar del Norte, referencia en Europa, opere por debajo del promedio que tiene hasta ahora de 112,9 dólares por barril.
La misma previsión se puede hacer con la cesta venezolana y esperar que el promedio siga cayendo. De ser así, por cada dólar que caiga en promedio anual el crudo nacional el fisco nacional dejaría de recibir aproximadamente 700 millones de dólares.
Dentro del panorama de la economía actual, una caída en los precios del petróleo se traduciría en un alza de la escasez, ante la disminución en las divisas para importar. Además esto alimentaría la necesidad oficial de devaluar aún más la moneda para financiarse.
El director de Econométrica, Ángel García Banchs, comentó que el descenso en el precio de la cesta de crudo saca a flote los desequilibrios de la economía nacional. «El modelo hace aguas cuando el petróleo crece menos que la inflación o la liquidez en bolívares. Si cae, pues con mucha mayor razón», explicó.
Si el comportamiento del primer trimestre se extiende en el 2013 y cae el promedio, el economista considera que las autoridades «estarán administrando devaluaciones escondidas a través del Sicad (Sistema Complementario para la Adquisición de Divisas)».
El 8 de febrero el Gobierno devaluó el bolívar de 4,30 a 6,30 bolívares por dólar. Adicionalmente, la semana pasada se sumó el Sicad con una devaluación estimada en 14 bolívares por dólar.
Fuente: El Universal