Ingredientes para 20-24 croquetas
4 cucharadas de paté suave de morcilla (vea aquí la receta)
2 cucharadas de harina
40 g de mantequilla
500 ml de leche entera
sal
pan rallado
2 huevos
Cómo hacer croquetas suaves y cremosas de morcilla
Comenzamos haciendo un roux, es decir una mezcla de mantequilla y harina tostadas en la sartén. Derretimos la mantequilla en la sartén y añadimos dos cucharadas de harina, removiendo hasta obtener una masa. Sin dejar de remover, vamos tostando ligeramente la harina y al cabo de dos minutos añadimos 4 cucharadas soperas de nuestro paté suave de morcilla.
Poco a poco vamos integrando el paté con el roux, removiendo con la cuchara de madera para que todo quede bien homogéneo. Este proceso es entretenido pero al hacerlo así nos aseguramos de que nuestra bechamel o pasta de croquetas no tendrá ni un solo grumo y quedará cremosa y fina.
Una vez tengamos todo bien mezclado comenzamos a añadir la leche. Yo suelo hacerlo a ojo, añadiendo poco a poco la leche y dejando que sea absorbida por la masa, añadiendo otro poco a continuación. Cuando veo que tarda en tomar la leche y queda un poco de líquido por la sartén, dejo de añadir leche y sigo removiendo la que haya, hasta que todo se integra en una masa cremosa.
Es el momento de probarla y rectificar de sal si fuera necesario. Cuando la tengamos a nuestro gusto, volcamos la pasta de croquetas en una fuente y dejamos que se enfríe. Para ello cubrimos la bechamel de morcilla con un film de cocina y la dejamos en la nevera unas horas. Luego solo falta formar las croquetas, pasarlas por huevo batido y pan rallado y freirlas hasta que queden bien doradas. Y a la mesa antes de que se enfríen.
Tiempo de elaboración: 1 hora
Dificultad: Media
Fuente: Directo al paladar