Cristina Kirchner se encuentra «animada» tras una operación de dos horas

Cristina Kirchner se encuentra «animada» tras una operación de dos horas

Es, sin sorpresas o en palabras de los médicos, «una cirugía sin complicaciones». La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, superó ayer, sin mayores contratiempos, la intervención que tenía por objeto drenar la «colección subdural crónica», un hematoma localizado entre la duramadre y el cráneo como consecuencia de un golpe en la cabeza sufrido el pasado 12 de agosto. De acuerdo con el parte médico difundido al mediodía, la intervención se realizó una vez «descartados riesgos cardiovasculares». El comentario es importante porque la presidenta padece una arritmia de cuyo alcance no se ha informado y que, según fuentes médicas, preocupa a los facultativos que la atendieron.

 

El comunicado, escueto, claro y conciso al máximo, añadía que la paciente «evoluciona favorablemente, se encuentra con buen ánimo» y permanecería en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Fundación Favaloro. Tampoco se informó sobre el tiempo previsto de permanencia en esta sala, aunque se estima que no bajaría de las 48 horas.

 

El secretario de medios de la Casa Rosada, Alfredo Scoccimarro, fue el encargado de dar a conocer el resultado de una intervención que arrancó a primera hora de la mañana y cuya duración no excedió las dos horas (el tiempo exacto de la cirugía no se facilitó). Según el portavoz, Cristina Fernández de Kirchner se encontraba de «muy buen ánimo». «Agradeció al equipo médico, a todos ustedes y a la gente que está rezando por ella», aseguró desde una tarima en las afueras del centro donde se concentraba un centenar de personas.

 

Incertidumbre

 

La incertidumbre sobre la salud de la jefa de Estado, pese a la intervención, no ha terminado. Scoccimarro anunció que la frecuencia de los partes será cada 48 horas. Médicos consultados advierten de que en esta etapa de posoperatorio las infecciones y la posibilidad de una recaída son los factores que más preocupan.

 

El hermetismo y goteo informativo sigue siendo motivo de queja en el país, donde aún se desconoce cómo se produjo el accidente de la presidenta, así como cuál es su verdadero cuadro clínico. El silencio y ocultamiento de cualquier detalle se interpreta como una orden directa de Cristina Fernández.

 

Solo para los amigos

 

El equipo médico que le atendió tuvo que entregar sus móviles

 

La desconfianza de la viuda de Néstor Kirchner, una vez más, quedó plasmada al restringir a su círculo íntimo lo referente a su salud. Buena parte de los ministros del Gobierno también están excluidos de la información. Incluso el vicepresidente y actual presidente en funciones, Amado Boudou, desconocía en la mañana del lunes que Cristina Fernández iba de regreso al hospital para ser intervenida. Mariano Obarrio, en el diario «La Nación», aseguraba que los médicos se habían resistido a darle el alta a la presidenta el pasado sábado, día en el que se le detectó el hematoma, pero que ella impuso su voluntad y decidió por su cuenta y riesgo, retirarse a la quinta de Olivos (residencia privada de Presidencia) de donde tuvo que salir de urgencias el lunes al sentir un fuerte «hormigueo» en un brazo y volver los dolores de cabeza.

 

La preocupación por preservar su intimidad también se tradujo en que el equipo médico que intervino en la operación a Cristina Fernández fue obligado a entregar sus teléfonos móviles antes de entrar a quirófano. El celo en el círculo íntimo de la presidenta de Argentina por evitar nuevas fotografías de ella con mal aspecto es enorme. La toma de decisiones, tanto personales como en el ejercicio del Gobierno, está concentrada en muy pocas personas. Son las mismas que tienen carta blanca para moverse por la planta número nueve de la Fundación, que está reservada para los allegados. De la familia, Máximo Kirchner es el que tiene la voz de mando, y del Ejecutivo, pese a Boudou, el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, el jefe de los servicios de Inteligencia, Héctor Icazuriaga y, en menor medida, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.

 

Fuente ABC

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