La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, vive un duro momento luego de que un fiscal pidiera que se condene a la expresidenta a 12 años de prisión en un caso por presunta corrupción. La autoridad argentina ha sorteado los pedidos de prisión preventiva dictados en su contra en diversas causas —en muchas de las cuales fue sobreseída— gracias a los fueros que le protegen, siempre ha defendido su inocencia y ha asegurado ser blanco de una persecución política.
Después del pedido de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que hizo ayer el fiscal del juicio de la Obra Pública Diego Luciani, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, respondió hoy por fuera de la vía judicial en la transmisión “Derecho de defensa”.
“Me hubiera gustado poder hablar ante el tribunal de la misma manera en que los fiscales pudieron leer su guion, aunque no es primera vez que esto pasa”, dijo Fernández de Kirchner.
La autoridad argentina recordó un hecho ocurrido el 02 de diciembre del 2019, donde prestó declaraciones indagatorias en otra causa, donde “pedí que fuera -su declaración- televisada pero no se me permitió”.
“No debía sorprenderme, porque como dije en esa oportunidad, la sentencia ya estaba escrita”, aseveró Cristina Fernández.
La autoridad de Argentina está acusada por el presunto delito de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos.
Esto, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato entre 2007 y 2015 y del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) en la austral provincia de Santa Cruz.
La información es de Perfil y Agencia EFE