Cristiano Ronaldo no es ningún despistado. El crack del Real Madrid sabe lo que duro que es mantenerse en lo más alto, pero más aún hacerlo en un club como el Real. Un pensamiento que firma por igual Leo Messi.
El paso al lado de Neymar, que golea con el PSG, tiene truco. Marcarse un festival con equipos como el Toulouse, que en España no estarían ni en la Primera División, desacredita a ‘Ney’.
Los comentarios apuntan en la misma dirección: el respeto se gana en los grandes, no en ligas de segunda en manos de un único equipo.
Meridiano
María L. Espinoza