Volver a sentirse sexualmente activo, es decir, recuperar el deseo, no siempre es tan fácil como dejar que pase el tiempo tras un trauma emocional o después de vivir experiencias negativas. Sin embargo, sí es cierto que abrirse al mundo, no quedarse anclado en el pasado es fundamental para poder recuperar esa líbido perdida.
Las relaciones que se terminan son una de las razones más habituales que impiden o simplemente quitan las ganas de volver a sentir el deseo, incluso de disfrutar de momentos íntimos en pareja. Pero la práctica demuestra que el mero hecho de sentirse deseado podría revertir la situación, hacer que las cosas vuelvan a la normalidad, aumentando también la sensación de atractivo y la autoconfianza.
Otras razones por las que desaparece el deseo sexual pueden esconder enfermedades de distinto tipo, incluyendo depresiones, o simplemente deberse a una ganancia de peso, así como, por ejemplo, a un exceso de estrés. Despertarlo requerirá, de este modo, distintas estrategias para atacar la raíz del problema, a menudo dirigidas por profesionales de la salud.
Dejar atrás el pasado
Plantearse la solución de forma general, intentando mejorar nuestra sensación con respecto al mundo, también conseguirá despertar ese deseo dormido en caso de descartarse posibles patologías. Y, si bien se requiere de una planificación y de la toma de decisiones adecuadas, el verdadero avance se observará sólo si se pasa a la acción.
Recuperar el deseo sexual
Tener una actitud positiva frente a la vida y estar a gusto con uno mismo es un primer paso para enterrar traumas y malos rollos. Sólo así, dando pasos hacia adelante volveremos a sonreir y a sentir. Piano piano, pero sin dejar de caminar, a buen seguro que atraeremos todo tipo de buenas sensaciones, incluyendo, por supuesto, amor y deseo a raudales.
Fuente: Sexólogos