Cheverito se quedó a mitad de camino. Ahora, cuando quiera hacer turismo, en vez de llevar ropa en la mochila, tendrá que cargar papel sanitario, champú y jabón, porque ni las posadas ni los hoteles cuentan con suficientes productos para cubrir sus necesidades.
La calidad de los servicios va en picada y la escasez lo evidencia una vez más. En diciembre pasado, posaderos y administradores de hoteles se vieron en la obligación de pedirles a los huéspedes que llevaran los artículos que usarían durante la estadía. En aquel momento la zona oriental y los Andes fueron los más afectados, según información de Ricardo Cusanno, presidente del Consejo Superior de Turismo.
«Aquí ya se acabó eso de que se afecta una región más que otra. El problema es a nivel nacional, aquí no se escapa nadie. En el Zulia, por ejemplo, bien es cierto que no es zona turística, pero sí recibe a diario muchos trabajadores», aseguró Roberto León Parilli, presidente de la Asociación de Usuarios y Consumidores (Anauco).
Insistió en que el sector hotelero también sufre el desabastecimiento y que conoce casos en los que en los hoteles no hay café, azúcar o leche. «El problema que estamos teniendo en el país para localizar o poder acceder a cualquier bien, sea alimentario, de limpieza o de cualquier tipo, no deja de afectar las cadenas hoteleras que tienen la necesidad de surtir, en consumo elevado, estos productos de primera necesidad. En vista de la escasez o en vista de la dificultad para acceder, a veces no lo tienen a tiempo y es claro que salen afectados. Pareciera que la calidad de vida y la calidad de los servicios están cada vez más en peligro».
Una pesadilla
El disfrute del próximo asueto perece ser nulo. Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas, señaló a un diario nacional que los costos operativos de los hospedajes se han incrementado más de lo previsto.
Para tratar de garantizar un buen servicio, en ocasiones adquieren los insumos con sobreprecio, lo que convierte el goce de unas pequeñas vacaciones en una pesadilla para los usuarios.
Cifras en descenso
Arnaldes aseguró que por mucho que busquen brindar servicios de calidad, no solo la escasez, sino también la inseguridad alejaron a los turistas internacionales. Cifras oficiales del Ministerio de Turismo confirman el descenso de visitantes en los últimos tres años. En 2012 y 2013 llegaron al país un poco más de un millón de personas, mientras que el año pasado ingresaron 967 mil 358 viajeros, 10,8 por ciento menos. En 2014, solo 26 por ciento hizo viajes de placer, “el resto llegó al país con otros propósitos: trabajo, negocios, visita a familiares, educativos, salud y religiosos”.
Por Luisa Godoy
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